Managua, NICARAGUA (Agencia Fides, 15/06/2016) – La Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN),
al terminar su reunión de ayer, en la que han examinado la realidad que
está viviendo el país, ha publicado un mensaje especial para el pueblo
nicaragüense, recibido en la Agencia Fides. El documento, firmado por
los Obispos presentes, ha sido leído a los periodistas por S. E. Mons.
Jorge Solórzano Pérez, Secretario general de la CEN.
“Como pastores de la Iglesia - inicia el texto - deseamos ofrecer una
palabra de luz y de esperanza al país en el complejo momento que vivimos
a raíz de los últimos acontecimientos que lamentablemente han creado en
muchos una situación de inseguridad y de confrontación, que podrían
debilitar la credibilidad y competitividad de las próximas elecciones en
noviembre favoreciendo el aumento de la indiferencia y el
abstencionismo en la población”.
“Todo intento por crear condiciones para la implantación de un régimen
de partido único en donde desaparezca la pluralidad ideológica y de
partidos políticos es nocivo para el país, desde el punto de vista
social, económico y político – continúan los obispos-. Es posible vivir
en armonía y tolerancia aún en medio de una sana diversidad social y
política que enriquezca en todos los ámbitos a la nación”.
El documento, de 5 puntos, retoma las peticiones entregadas por los
obispos al Presidente Ortega en 2014: “sigue siendo válido lo que en
mayo del 2014 le pedimos al Señor Presidente: garantizar para este año
2016 un proceso electoral presidencial absolutamente transparente y
honesto, en el que brille sin ningún tipo de duda, la voluntad popular;
con un sistema que garantice a cada nicaragüense su cédula en tiempo y
forma antes de las elecciones; y con un proceso electoral abierto a
observadores de instituciones nacionales y extranjeras”.
El mensaje termina con esta invitación: “Exhortamos a todos los
nicaragüenses a vivir este momento con esperanza y con gran espíritu
cívico. La situación actual no debe aumentar ni la apatía ni el
indiferentismo, sino que debe vivirse como un reto para construir una
nueva sociedad, fundada en el derecho y la justicia y en la que se
respete la soberana voluntad de todo el pueblo”.