Neuquén, ARGENTINA (Agencia Fides, 01/06/2016) – Los obispos de la región Patagonia-Comahue que
están “profundamente preocupados por el fuerte impacto producido por
los aumentos desmesurados del gas y de la electricidad” que afectan
sobre todo a la población más pobre, han escrito una carta al Ministro
de Energía, Juan José Aranguren, y al de Interior, Rogelio Frigerio. La
región comprende las provincias del Chubut, Neuquén, Río Negro, Santa
Cruz y Tierra del Fuego. La carta está firmada por 11 obispos, entre
ordinarios, auxiliares y eméritos de las circunscripciones eclesiásticas
de la región.
En la misiva, recibida en la Agencia Fides, los obispos no ponen en
discusión la necesidad de los aumentos, “sobre todo en los grandes
centros urbanos que contaban con servicios subsidiados por el Estado”,
pero lamentan “que estos aumentos no hayan sido hechos gradualmente,
sobre todo teniendo en cuenta que el invierno no es benévolo en la
Patagonia y que en las provincias más australes del país se prolonga
durante todo el año. Por eso se necesita imperiosamente gas y
electricidad”.
“El reclamo doloroso de nuestra gente – continúan diciendo los obispos –
nos llega a diario a través de sacerdotes, agentes de Pastoral y
Cáritas parroquiales, que se sienten impotentes frente a las angustias
de los más pobres y necesitados y de tantas pequeñas y medianas
empresas, que ven peligrar su continuidad comercial con la consiguiente
pérdida de empleos que esto supondría”.
Los obispos por tanto piden a los ministros que reconsideren las medidas
tomadas “a fin de evitar situaciones insostenibles que generan angustia
en las familias e inclusive en escuelas y obras de promoción social de
muy escasos recursos, injustamente gravadas por un peso insoportable”, y
reiteran que tales tarifas “para la gran mayoría de nuestra región
patagónica resultan imposibles de pagar y atentan a la paz social”.