Lahore, PAKISTÁN (Agencia Fides, 01/06/2016) – “Han pasado más de cinco años, pero los
asesinos del ministro católico Shahbaz Bhatti no han sido llevados ante
la justicia. En 2011, Bhatti, un conocido defensor de los derechos
humanos en Pakistán, fue brutalmente asesinado por la banda terrorista
Tehrik-e-Taliban Pakistan, que orgullosamente se atribuyó la
responsabilidad por el asesinato”: dice a la Agencia Fides el abogado
cristiano Sardar Mushatq Gill, dedicado a la defensa de los cristianos
en Pakistán.
“Después de la muerte de Bhatti – señala el abogado - la leadership
política no está dando suficientes pasos para pedir a la policía y al
poder judicial que lleve a sus asesinos ante la justicia. Además nadie
pide que se derogue la ley sobre la blasfemia, que sigue alentando la
violencia de masas, los homicidios cometidos con impunidad y la
marginación de las minorías religiosas”.
El abogado Gill recuerda que muchos otros activistas y defensores de
derechos humanos están en peligro, especialmente aquellos que defienden
los casos de personas injustamente acusadas de blasfemia, “pero el
estado no ofrece protección ni seguridad adecuada”. A pesar de que la
cuestión ha sido planteada por la comunidad internacional, en diversos
foros, “el abuso de la ley sobre la blasfemia continúa y la impunidad
con que se tratan estos abusos hace que la defensa de los derechos
humanos sea una empresa peligrosa en Pakistán”, señala Gill, recordando
que los activistas y los abogados de la Ong LEAD, que él dirige, han
sufrido amenazas y agresiones.