Lahore, PAKISTÁN (Agencia Fides, 12/9/2017) - Fuerte condena de los ataques contra el pueblo
de los rohingya en Mynamar y plena solidaridad y cercanía hacia esta
población musulmana: se trata de la declaración firmada por el
presidente de la Conferencia Episcopal de Pakistán, el arzobispo Joseph
Coutts, y por el presidente de la Comisión Nacional “Justicia y Paz”
(NCJP), el Obispos Joseph Arshad.
En el texto enviado a la Agencia Fides, los obispos paquistaníes instan
al líder Aung San Suu Kyi a ser un “faro de la paz y ha garantizar los
derechos del pueblo rohingya” y apelan al gobierno democrático de
Myanmar para que “cesen inmediatamente todas las operaciones militares
en el estado de Rakhine”.
El comunicado también insta a la comunidad internacional y al gobierno
de Pakistán a “iniciar un diálogo con el ejecutivo de Myanmar para
defender los derechos humanos de los rohingya y permitir que las
organizaciones humanitarias tengan acceso y puedan llevar ayudas a las
comunidades afectadas”.
Los obispos paquistaníes remarcan la necesidad de apoyar los valores de
la convivencia y la tolerancia y aseguran su “intensa oración por la
seguridad y bienestar de los musulmanes rohingya, esperando que se pueda
encontrar una solución pacífica lo antes posible”.
El texto recuerda que en Asia, en muchos casos las minorías étnicas y
religiosas son víctimas de opresión y persecución y expresa preocupación
por los más de 300 mil rohingyas que han huido de la zona de conflicto y
se han refugiado en Bangladesh: “Al menos 20.000 personas, entre las
cuales mujeres y niños, están asentados en un territorio montañoso sin
comida ni agua” se informa invitando a realizar de forma inmediata
asistencia humanitaria.
El obispo pakistaní Humphrey Peter Sarfaraz, cabeza de la “Church of
Pakistan” (iglesia anglicana), ha condenado “el brutal genocidio de la
comunidad musulmana de los rohingya en Myanmar” y ha pedido que “los
musulmanes oprimidos puedan obtener la nacionalidad”. El gobierno
birmano “no defiende la causa de los derechos humanos y no tiene derecho
a tratar a los musulmanes como animales y a humillarlos”, ha añadido.
“Todos los creyentes deben alzar su voz por la humanidad, en defensa de
este pueblo inocente”, ha dicho para concluir, lanzando un llamamiento a
los cristianos y musulmanes en todo el mundo.