Baghdad, IRAQ (Agencia Fides, 14/09/2017) – Mientras se acerca la fecha del 25 de
septiembre, día del referéndum propuesto por el gobierno de la región
autónoma del Kurdistán iraquí para determinar su independencia de
Bagdad, desde las comunidades cristianas locales llegan señales
contradictorias sobre la consulta del referéndum, algo que atrae la
atención y también la preocupación de los observadores internacionales.
En los últimos días, una reunión de 1500 personas en Ankawa, el suburbio
de Erbil habitado en gran parte por cristianos, fue presentada por los
medios locales como una señal del apoyo ofrecido por los cristianos
locales al referéndum independiente kurdo. En la reunión, celebrada en
la Sala de la Fundación Babilonia, estaban presentes representantes de
siglas políticas y organizaciones sociales y las intervenciones de los
oradores exaltaron la contribución que los cristianos podían aportar a
la construcción del nuevo Kurdistán Independiente.
En el pueblo cristiano de Tesqopa, a unos 30 kilómetros de Mosul, se ha
organizado otro evento similar a favor del referéndum, con la intención
de expresar su apoyo a la independencia del Kurdistán por parte de las
comunidades cristianas locales y las minorías de los yazidis y de los
Shaback. Pero en realidad queda por ver si estas manifestaciones
realmente representan el sentimiento más difundido entre los cristianos
de esa región, o si son más bien el resultado de iniciativas de pequeños
grupos coordinadas a través de la propaganda establecida por el
gobierno de la Región Autónoma de Kurdistán para del referéndum
independiente.
La ciudad de Tesqopa, teatro de la reciente manifestación
pro-referéndum, está en manos de la milicia curda Peshmerga, que dirige
el gobierno regional de Erbil. Fuentes relacionadas con la Unión
Patriótica de Kurdistán han informado de que un contingente de 12.000
soldados kurdos Peshmerga está presente en la región de la Llanura de
Nínive, oficialmente para mantener el orden y prevenir iniciativas
unilaterales de muchas milicias “cristianas” en la zona, como las
brigadas babilónicas, que en el pasado reciente habían expresado estar
en contra del referéndum independentista.
La concentración de las milicias Peshmerga en las zonas adyacentes a
Mosul es uno de los factores que contribuyen a acreditar a quienes temen
una posible degeneración de las tensiones entre el gobierno regional de
Kurdistán y el gobierno iraquí. Los líderes políticos en Bagdad también
han señalado que no aceptarán la creación de un estado kurdo en el
norte de Iraq a través de un referéndum proclamado de forma unilateral
por el gobierno regional. El martes 12 de septiembre, el parlamento de
Bagdad votó a favor de declarar oficialmente injustificado e ilegal el
referéndum del 25 de septiembre. Turquía e Irán también han hecho saber
que la consulta del referéndum podría tener efectos graves y
desestabilizadores en toda la zona.
En este contexto, el Patriarca caldeo Louis Raphael Sako ha expresado
sus preocupaciones en una declaración que tiene el valor de un
llamamiento al gobierno central iraquí y al gobierno regional de
Kurdistán para que reanuden el diálogo con coraje. La escena política
iraquí, tras la caída del régimen de Saddam, señala el llamamiento
patriarcal recibido en la Agencia Fides, estuvo dominada por tácticas,
por la defensa de intereses partidistas y por la carrera por adquirir o
defender sus posiciones. En esta degradación progresiva del tejido
político nacional, también se enmarca la historia del referéndum
independentista del 25 de septiembre.
En este sentido, la Iglesia caldea denuncia el riesgo de una escalada de
tensión: “algunos”, se señala en el llamamiento del Patriarca Sako, “ya
han comenzado a tocar los tambores de guerra: si hubiera - Dios no lo
quiera - un nuevo conflicto militar, en estas condiciones sociales y
económicas fragmentadas las consecuencias serían desastrosas para todos,
y las minorías como siempre, estarían destinadas a ser las que más lo
sufran”. Después del sufrimiento sufrido durante la ocupación yihadista
de Mosul y las áreas del norte de Iraq, “todos deben ser conscientes de
la gravedad de la situación y apresurarse a apoyar la reconciliación
nacional y la paz antes de que sea demasiado tarde”.
En situaciones como ésta - recuerda el Comunicado Patriarcal - se
reconoce el perfil del sabio que hace prevalecer la voz de la
moderación, consciente de que “la guerra nunca es una herramienta de
solución de problemas”. En cuanto al futuro de las comunidades
cristianas y sus variadas visiones del referéndum, el patriarca caldeo
señala que “los cristianos no somos capaces de afirmar nuestros derechos
ni con los organismos centrales ni con los regionales, en parte debido a
que las facciones políticas y las milicias que dicen ser cristianas
están realmente lejos de las preocupaciones reales de las comunidades
cristianas locales, y si se abriera otro enfrentamiento armado en la
región, esto ciertamente reduciría aún más la presencia cristiana en
esas áreas”.