Manila, FILIPINAS (Agencia Fides, 18/09/2017) – “Estamos felices por la liberación del p.
Chito. Damos gracias al Señor y a todos los que en el mundo han rezado
por su salvación. Elogiamos los esfuerzos del ejército filipino, que en
un trabajo peligroso y difícil están haciendo todo lo posible para
proteger la vida de los rehenes”. Con estas palabras, lanzadas a través
de la Agencia Fides, el Obispo de Marawi, Edwin De La Peña, ha recibido
la noticia de la liberación del vicario de la Prelatura apostólica de
Marawi, el p. Teresito Suganob (conocido como "p.Chito"), liberado en la
noche entre el sábado 16 y el domingo 17 de septiembre, en compañía de
otro rehén, gracias a una acción de los militares involucrados en el
asedio de Marawi, ciudad ocupada el 23 de mayo por militantes del grupo
“Maute” que han jurado lealtad al Estado islámico.
También han expresado su gran alegría los Obispos y las comunidades
católicas filipinas, que han difundido mensajes con el lema “Bienvenido
entre nosotros, p. Chito”. Los líderes y comunidades islámicas de la
isla de Mindanao se han unido a ellos manifestando su satisfacción por
la liberación del padre.
El sacerdote ha sido rescatado por las fuerzas del gobierno después de
que el ejército retomase la mezquita de Bato, una de las fortalezas del
grupo de Maute en el centro de la ciudad. Según han informado fuentes
militares, los terroristas, ocupados en enfrentamientos con algunos
soldados, abandonaron a los rehenes que pudieron huir.
El ejército filipino está estrechando filas hacia la última etapa del
asedio y ha pedido con frecuencia a los yihadistas que se rindan.
Se estima que los combatientes que todavía están en el centro de Marawi
son unos 80 (incluyendo a los dos líderes Isnilon Hapilon y Omarkhayam
Maute) con unos 40 rehenes. La batalla que se prolonga desde hace más de
tres meses ha provocado ya 860 víctimas: 660 militantes y 147 del
ejército. La ciudad parece desfigurada por la guerra urbana, en la que
se han producido bombardeos. Según estimaciones del gobierno, servirán
más de 50 mil millones de dólares para reconstruir Marawi, una ciudad de
aproximadamente 200,000 personas en su mayoría musulmanes, actualmente
todos desplazados en las áreas circundantes.