Cochabamba, BOLIVIA (Agencia Fides, 17/04/2020) - “La creatividad en el acompañamiento
espiritual, de Religiosos(as), Sacerdotes, Diáconos, Agentes de
Pastoral, con tantas expresiones, por distintos medios, han calado muy
hondo en la Comunidad en general, en el Pueblo de Dios. Ha sido una
manifestación de Iglesia en salida y de presencia viva en las periferias
existenciales. ¡Gracias hermanos y hermanas de la Vida Consagrada por
un testimonio tan hermoso!”: lo escribe Su Exc. Mons. Carlos Curiel, Obispo Auxiliar de Cochabamba, Responsable nacional de la Vida
Religiosa, en un mensaje a los religiosos y a las religiosas de Bolivia,
recibido en la Agencia Fides.
El obispo recuerda que “La Humanidad entera está aquejada por este
azote, que ha golpeado, y sigue golpeando, la vida de tantos hermanos y
hermanas nuestros, sin distinción alguna”. Ante esta realidad que nos
envuelve, “en días de dolor, sufrimiento, angustia, ansiedad y temor”,
nos preguntamos: “cómo me sitúo ante esta realidad, cómo puedo
responder, qué puedo hacer”.
Recordando las palabras del Papa Francisco durante la oración y la bendición “Urbi et Orbi” del 27 de marzo, Mons. Curiel señala: “Lo que está provocado la pandemia
COVID-19, no puede paralizarnos. Si se creía que estábamos muertos o
inertes; no es cierto, los hechos indican de que estamos vivos, con la
gracia de Dios. Nuestra labor como hijos(as) de Dios, de la Iglesia, es
dar testimonio de que Jesús está entre nosotros, de que ha Resucitado,
de que Dios es Vida y Esperanza nuestra. Sigamos dando este testimonio
en nuestras Comunidades”.
Pastoral Social Cáritas, Comunidades Religiosas, en las distintas
Jurisdicciones Eclesiásticas, han hecho posible el seguimiento y la
atención a las Obras de Iglesia que asisten y acogen a las personas más
vulnerables de nuestra sociedad (hogares, cárceles, asilos, niños y
adultos en la calle, familias del programa derecho a vivir en familia,
migrantes en cuarentena y en familias externas, entre otros); todo esto,
con el apoyo humano y económico de varias instituciones. “Sigamos
adelante hermanos y hermanas – exhorta el obispo -. Abracemos la Cruz
que adorábamos el Viernes Santo, y así abrazaremos las contrariedades de
la vida que estamos viviendo. Vivamos en “Vigilia Pascual” para estar
atentos a lo que el Espíritu quiere suscitar en nosotros. Es el único
capaz de provocar y motivar a crear nuevos espacios y maneras de
fraternidad, de acogida, de solidaridad. Que podamos, como las Santas
Mujeres, asir los pies del Resucitado y lo adoremos, escuchando su voz
que
nos dice: “No teman”. Vayan y avisen a mis hermanos que vayan a Galilea;
allí me verán” (Mt.28,9b-10). Descubramos la “Galilea” a la que tenemos
que ir para ver al Señor”.
Por último, recordando que estamos en tiempo Pascual, el obispo invita a
continuar, a pesar de los medios limitados, a ayudar a los más
vulnerables y a mirar hacia el futuro con esperanza, “viéndolo como
ocasión para seguir construyendo fraternidad y solidaridad, afianzados
en nuestra Fe, la Oración y la Esperanza que no defrauda. Que Jesús
Resucitado, su Espíritu, sea nuestra Fuerza, nuestra Esperanza, y nos dé
la Sabiduría para saber situarnos ante esta realidad y responder con
generosidad, desde nuestras posibilidades”.