Durante
las conversaciones, transcurridas en un clima cordial, se ha abordado
la situación política y social en el Medio Oriente, marcada por varios
conflictos, con especial atención a la situación de los cristianos y
otros grupos minoritarios. En este sentido, se ha reconocido la
importancia del diálogo interreligioso y la responsabilidad de los
líderes religiosos en la promoción de la reconciliación y la paz.
Se
han puesto de relieve la necesidad y la urgencia de fomentar un clima
de confianza entre israelíes y palestinos y de reanudar las
negociaciones directas para llegar a un acuerdo que respete las
legítimas aspiraciones de los dos pueblos, como contribución fundamental
a la paz y la estabilidad en la región.
También
se han tratado algunas cuestiones relativas a las relaciones entre el
Estado de Israel y la Santa Sede, así como entre las autoridades
estatales y las comunidades católicas locales, y se ha manifestado el
deseo de una rápida conclusión del acuerdo bilateral, en curso de
elaboración, y de una solución apropiada de algunos temas de interés
común, entre ellos la situación de las escuelas cristianas en el país.