Homs, SIRIA (Agencia Fides, 03/09/2015) – Los rumores sobre la liberación del sacerdote
Jacques Murad, prior del monasterio de Mar Elián y párroco de la
comunidad de Qaryatayn, secuestrado el pasado 21 de mayo por unos
secuestradores no identificados, hasta ahora no ha sido confirmada por
las fuentes locales consultadas por la Agencia Fides. Los rumores han
comenzado a circular después de que, en la cadena de televisión
cristiana libanesa Noursat TV, se retransmitiese un vídeo corto en el
que el padre Murad expresaba palabras tranquilizadoras sobre su estado
físico y su salud. Pero el vídeo no contiene ninguna indicación sobre la
fecha en al que se ha grabado.
Fuentes cercanas a la Archidiócesis siro-católica de Homs refieren a la
Agencia Fides que, además del vídeo está circulando una carta, atribuida
al padre Jacques, donde el prior de San Elian invita a sacerdotes y
miembros de su comunidad monástica a abandonar el monasterio de Mar
Musa, en la región debido a que la situación se ha vuelto peligrosa para
todos los cristianos. Nadie es capaz de confirmar la autenticidad de la
carta ni el hecho de que haya podido ser escrita por el sacerdote bajo
presión. Y no se descarta que la difusión del vídeo haya sido pilotada
por aquellos que tienen secuestrado al padre Jacques para condicionar
las posibles negociaciones en vista de su liberación.
Algunos secuestradores armados secuestraron y se llevaron lejos del
monasterio de Mar Elián al padre Jacques el 21 de mayo. Con él fue
secuestrado también el diácono Boutros Hanna. Luego, el 21 de agosto, se
lanzó el vídeo que documenta la destrucción del monasterio de Mar Elián
por los yihadistas del estado islámico. El antiguo santuario del siglo
V, ubicado en las afueras de Quaryatayn y confiado en los últimos siglos
a la Iglesia siro-católica, en los últimos años se había renovado
convirtiéndose en una filiación de Deir Mar Musa al-Habashi, el
monasterio refundado por el padre jesuita italiano Paolo Dall'Oglio,
secuestrado también él, el 29 de julio de 2013, mientras estaba en
Raqqa, la capital siria que lleva años bajo el control de los yihadistas
del Estado Islámico.
Durante las varias fases del conflicto, la ciudad de Qaryatayn fue
conquistada en varias ocasiones por las milicias anti-Assad y
bombardeada por el ejército sirio. Antes de ser secuestrado, el padre
Jacques Murad había acogido a miles de refugiados en el monasterio, en
su mayoría procedentes de la cercana ciudad de Qaryatayn, y había
asegurado su supervivencia con la ayuda de donaciones de musulmanes.
Jacques y un abogado sunita en la zona también habían ejercido la
función de mediadores para garantizar que el centro urbano de 35 mil
habitantes se salvase durante largos períodos del combate armado.