Kinshasa, REPÚBLICA DEMOCRÁTICA DEL CONGO (Agencia Fides, 05/09/2015) - “Esta censura pone de relieve la voluntad del
gobierno de rechazar el derecho del pueblo congoleño a tener acceso a
la información. Su historia y su derecho a la memoria colectiva y a la
verdad se les niega con el fin de manipularles y controlarles más
fácilmente”, dice, en un comunicado enviado a la Agencia Fides, el Dr.
Denis Mukwege, Premio Sajarov 2014, que desde
hace años trabaja curando a las mujeres víctimas de violaciones en la
guerra en el este de República Democrática del Congo. Mukwege expresa su indignación por la prohibición del
gobierno de Kinshasa a proyectar una película dedicada a sus actividades
en el país. Según el gobierno, la película titulada “El hombre que
protege a las mujeres” (como se apoda al médico) “socava la
honorabilidad del ejército”.
El doctor Mukwege recuerda las censuras precedentes contra sus
actividades, con el intento evidente de esconder la plaga de las
violaciones de guerra cometidas también por soldados del ejercito
regular. “En 2008 las Naciones Unidas asignaron a la población
congoleña, a través de nuestra intervención, el Premio de Derechos
Humanos reconociendo la lucha contra las violaciones de sus derechos,
pero la gente nunca ha sido informada de este reconocimiento. Las radios
y televisiones congoleñas nunca han sido autorizadas a presentar ni el
premio, ni su ganador” subraya el comunicado.
Lo mismo ocurrió cuando “700 miembros del Parlamento, representantes de
los 28 países de la Unión Europea, con votación unánime, galardonaron
con el Premio Sajarov, con nuestra participación, a las mujeres
congoleñas víctimas de violencia sexual. Este premio ha tenido una gran
cobertura en los medios en todo el mundo, con la excepción de la
República Democrática del Congo, donde sólo algunas personas cultas
habían sido informadas”.
El doctor Mukwege recuerda por último “la represión sangrienta” y las
violaciones de la libertad de prensa y de expresión tras los
acontecimientos de enero de este año en contra de la enmienda
constitucional.
“Parece incomprensible que los testimonios de las mujeres y los actores
de la sociedad civil que se muestran en el documental sobre la dura
realidad que viven decenas de miles de mujeres en los últimos veinte
años, pero también sobre su capacidad de encontrar la fuerza para vivir
con dignidad, puedan preocupar a las autoridades hasta el punto de tomar
la decisión de prohibir la película”, concluye el Dr. Mukwege.