Kidapawan, FILIPINAS (Agencia Fides, 09/10/2015) – Cuatro años después del homicidio del p.
Fausto Tentorio, misionero del PIME asesinado a tiros el 17 de octubre
de 2011 en Kidapawan, en la isla de Mindanao, el caso sigue sin
resolverse y las investigaciones están paradas. “El caso Tentorio es
como una mancha de sangre en nuestra búsqueda de justicia y de paz”,
escribe su hermano de comunidad Peter Geremia PIME, en una carta enviada
al Ministro de Justicia, Leila de Lima, y recibida por la Agencia
Fides.
La carta expresa la esperanza de que se realice una acción de la
justicia más eficaz pidiendo la participación del “equipo especial de
investigación para los casos sin resolver”. En el caso se han
identificado siete sospechosos, algunos miembros del grupo paramilitar
“Bagan”, financiado por el ejército, mientras que algunos testigos
presenciales del asesinato siguen viviendo ocultos.
El p. Geremia escribe: “Vuestra administración puede pasar pronto a la
historia. La justicia se nos sigue escapando y la impunidad alienta a
los autores a cometer asesinatos más flagrantes y bárbaros”. “Esperamos
que todos los recursos gastados en este caso, todas las personas que han
trabajado en él, todas las oraciones y manifestaciones, puedan producir
señales concretas de que la justicia está a disposición de las
víctimas”, continúa el texto enviado a la Agencia Fides. La carta
recuerda a cuantos han dado sus vidas en Filipinas por promoción la
social y los derechos de los indígenas y lumads.
Sobre la solución del caso, otro hermano de comunidad de Tentorio,
misionero del PIME Sebastiano D'Ambra, no es muy optimista y declara a
la Agencia Fides: “No parece que exista la voluntad política de
resolverlo. Teniendo en cuenta las elecciones del próximo mayo, parecen
ser otras las cuestiones prioritarias del gobierno”.