Oaxaca, MÉXICO (Agencia Fides, 15/09/2017) – Ha pasado una semana desde el tremendo
terremoto ocurrido en México el 7 de septiembre, que tuvo su epicentro
de la zona de Pijijiapan en Chiapas, seguido de 634 temblores de
asentamiento que han dejado a miles de familias sin hogar y una enorme
cantidad de daños a personas, infraestructuras y comunidades.
La Iglesia Católica, a través de Cáritas México, que ha intervenido
desde los primeros momentos, no se ha detenido ni por un segundo en las
operaciones de ayuda y asistencia en las zonas más afectadas. A nivel
regional y nacional, las diversas articulaciones del mundo católico han
promovido colectas de alimentos y medicinas, bienes esenciales y la
movilización del voluntariado para la distribución de la ayuda en las
zonas afectadas.
El padre Rogelio Narvaez, secretario ejecutivo de Cáritas Mexicana y la
Comisión Episcopal de Pastoral Social, ha explicado en una nota enviada a
la Agencia Fides que las zonas más afectadas son Minatitlán (Veracruz),
Oaxaca y Chiapas. Aunque muchos templos y parroquias también han
sufrido graves daños a sus infraestructuras, han ofrecido sus salones y
capillas como refugios temporales para damnificados, o centros de
recogida para la distribución de ayudas.
Según cuanto ha dicho Mons. Alfonso Miranda Guardiola, obispo auxiliar
de Monterrey y secretario de la Conferencia Episcopal Mexicana (CEM),
todavía no es posible cuantificar con precisión los daños a las
estructuras de la iglesia. Un primer balance provisional indica 122
templos dañados de los que han sido cerrados al menos 90 para
salvaguardar a los fieles y por los riesgos de que se hundan.
Lo más impactante, continúa Mons. Miranda, es el informe de los obispos
de la región, es decir de Tehuantepec, Tapachula, Antequera-Oaxaca y de
la prelatura de Mixes, que han informado de que más de 20 comunidades
rurales podrían estar completamente incomunicadas sin que se conozca aún
el grado de daños en la población, en los hogares e iglesias. Pero
también es impactante de forma positiva, según el padre Rogelio Narvaez,
la solidaridad internacional que llega concretamente desde la iglesia
cató en Alemania, Noruega, España, Francia y también desde Corea del
Sur.
El terremoto de magnitud 8.2 que ha golpeado la costa sur de México el 7
de septiembre ha causado al menos 90 muertes. Según las autoridades
locales, 71 personas han perdido la vida en el estado de Oaxaca, 15 en
Chiapas y 4 en Tabasco.