CIUDAD DEL VATICANO (http://press.vatican.va - 21 de noviembre de 2017).- 
Esta mañana, en la Oficina  de Prensa de la Santa Sede, tuvo lugar 
una conferencia de presentación de las dos exposiciones que,  a partir 
de la  primavera de 2018, se llevarán a cabo de forma simultánea en los 
Museos Vaticanos y la Ciudad Prohibida de Pekín.
El 27 de noviembre tendrá lugar una segunda conferencia de prensa de presentación en la Diaoyutai State Guesthouse en Pekín.
Han intervenido en la conferencia de prensa: Barbara Jatta, Directora
 de los Museos Vaticanos, Mons.  Paolo Nicolini, Delegado Administrativo
 de los Museos Vaticanos; P. Nicola Mapelli, Comisario del  Museo  Anima
 Mundi de los Museos Vaticanos,  Zhu Jiancheng, Secretario General de China Culture Investment Fund, y el Maestro Yan Zhang.
Siguen las intervenciones de Barbara Jatta,  Zhu Jiancheng y Yan Zhang.
Intervención de  Barbara Jatta
 
Me complace particularmente abrir esta conferencia de prensa 
agradeciendo a todos su presencia. Un agradecimiento especial a nuestros
 distinguidos invitados, diría mejor, amigos de la República Popular 
China, reunidos aquí en una ocasión tan especial.
 
En la vida, compleja y fascinante, de una realidad multifacética como 
la de los Museos Vaticanos, a veces sucede que las actividades 
ordinarias se colorean con matices particulares.
 
Yo diría que organizar exposiciones es, efectivamente,  un esfuerzo 
diario en un  museo internacional como el nuestro. Algunos  las 
promovemos directamente: pocas y selectas. Muchas más, alrededor de  
decenas por año, son aquellas en los que participamos en diferentes 
países del mundo. A veces, como simples  prestamistas de obras, otras 
como coorganizadores (pienso en la exposición que se realiza actualmente
 en Santiago de Chile y que recientemente he inaugurado  personalmente).
 
En este sentido, no sería noticia  que los Museos del Vaticano 
organizasen una exposición y ninguno de vosotros, probablemente, estaría
 aquí hoy.
 
En cambio, nuestro encuentro es especial por una serie de razones.
 
Ante todo porque será la primera vez que los museos del Papa organicen 
una exposición con instituciones culturales chinas. Me parece un primer 
dato muy importante.
 
En segundo lugar, porque no será realmente una "exposición", sino un 
proyecto mucho más grande que consiste en dos exposiciones 
"coincidentes", una en el Vaticano y otra en China, y la segunda no se 
limita a una sola ciudad porque será itinerante.  Os explicarán los 
detalles  mis amigos aquí  presentes. Yo seré muy breve. 
 
Creo, no obstante, que el verdadero motivo de novedad sea el espíritu 
que nos anima desde el principio y sobre el que se apoya sólidamente  
esta amistad y esta relación con las instituciones culturales de China y
 que ha desembocado en lo que presentamos hoy. 
 
En estos meses, a medida que tomaba forma  esta idea, nos hemos 
encontrado, tal vez de forma inesperada, con una conciencia compartida, 
 la de la tarea común que se requiere, hoy más que en el pasado, a 
realidades  como la nuestra: ser capaces de hablar un  lenguaje 
universal, como sabe serlo solamente el de la belleza, que es un 
poderoso llamamiento a la armonía y la unidad.
 
La belleza es un vehículo extraordinario para hablar siempre, en 
cualquier latitud y longitud, ya sea física o temporal. Sin miedo, sin 
barreras. En nombre del hombre, porque creo que la belleza, en el 
sentido más amplio del término, sea necesaria  para cada uno.
 
Creo que ésta es la clave del éxito de lo que en los Museos Vaticanos llamamos la "diplomacia del arte",
 que ciertamente no es nuestro descubrimiento, está injertada  en la 
tradición secular de la Iglesia, pero que hoy nos corresponde continuar 
 y reinterpretar creativamente en una confrontación constante con el 
escenario global que está ante nosotros . ¡Creo que esto es lo que el 
Santo Padre espera de “sus” Museos!
 
Por lo tanto, estoy convencida de que las actividades que presentamos 
hoy darán una  cosecha abundante y serán un signo positivo y  de 
esperanza del que  mirando a nuestro alrededor, ¡todos tenemos  gran 
necesidad!
Intervención de Zhu Jiancheng
 
Señoras y señores, queridos amigos,
En primer lugar, me gustaría expresar mi más sincero agradecimiento al 
Vaticano, promotor del evento,  por su  escrupulosa organización y 
cálida hospitalidad. En particular, me gustaría dar las gracias a Mons. 
Nicolini por todo lo que ha hecho.
Creo firmemente que la próxima "Exposición simultánea Sino-Vaticana" 
abrirá un nuevo capítulo en el intercambio cultural entre el pueblo 
chino y el Vaticano, que favorezca el  acercamiento y el entendimiento 
entre  dos países con profunda cultura tradicional.
Este evento tiene un significado muy importante para promover el entendimiento y la confianza mutua entre las dos partes,
Un antiguo filósofo chino, el Maestro Han  Fei Zi (280 a.C-233 a.C.),
 dijo: "Las relaciones entre las naciones dependen de la proximidad de 
los pueblos, la proximidad de los pueblos depende de la comunicación de 
los corazones". Todos sabemos que este es también el pensamiento del 
Papa FRANCISCO.
China tiene una larga historia de diplomacia de  paz. Hace 2100 años,
 China abrió la Ruta de la Seda y promovió el intercambio entre  la 
culturas oriental y la  occidental.
El intercambio cultural precede  la diplomacia. El  Fondo de 
Inversión de la Industria de la Cultura de China (China Culture Industry
 Investment Fund) fue establecido en 2011 por los departamentos 
gubernamentales pertinentes de la RPC, pero es una organización no 
gubernamental dedicada a promover la cultura y los intercambios 
culturales con otros países. 
Ha  realizado ya  una serie de actividades significativas en el campo de la cultura y la diplomacia para "la paz en el mundo".
El 31 de mayo de este año, se regalaron al Papa dos grandes obras del
 maestro Zhang Yan en nombre del pueblo chino,. Era la respuesta al 
saludo dirigida por Francisco en 2014 al Secretario general XI y al 
pueblo chino.
Estamos a punto de abrir la "Exposición simultánea Sino-Vaticana",
 Un evento que cruza las fronteras, el tiempo y une las culturas, que 
fortalecerá aún más la amistad entre China y el Vaticano, y promoverá 
la normalización de las relaciones diplomáticas entre China y el 
Vaticano.
Hoy, en el siglo XXI, esperamos que con el impulso del proyecto "One 
Belt, one Road" propuesto por el presidente Xi Jinping, participemos 
activamente en el intercambio de cultura y arte entre China y el 
Vaticano. Juntos, promoveremos la civilización de todo el mundo y el 
progreso de la humanidad.
La sabiduría expresada por la Madre Tierra y la benevolencia sin límites debida al género humano: el Monte Kailash, un símbolo natural de comunión entre la cruz gamada y
 la Cruz, entre el hombre y la naturaleza, la armonía entre el hombre y 
la sociedad. 
 
Intervención de Yan Zhang
 
Su Santidad, Papa FRANCISCO, Ilustres invitados
Hoy para mí es un gran honor porque mis obras "Naturaleza y religión"
 se unen a las piezas más significativas y simbólicas de las colecciones
 chinas de los Museos Vaticanos y del Museo Nacional de China, que se 
llevarán a cabo simultáneamente en los Museos Vaticanos y en Pekín.
En este momento histórico de fuerte esfuerzo para  el desarrollo de 
las relaciones entre China y el Vaticano, como miembro de los 1.380 
millones de personas de nacionalidad china, quisiera expresar nuestro 
sincero homenaje de verdadera amistad a Su Santidad el Papa Francisco y a
 todos aquellos que han contribuido a los intercambios culturales. Las 
dos exposiciones representan los dos extremos de un puente de diálogo 
civil. Como mensajero de este intercambio cultural, tengo el placer y el
 privilegio de transmitirles los saludos y la amistad del pueblo chino.
El Vaticano es el fulcro de la  fe para una sexta parte de la 
población mundial y ha sido el corazón del Renacimiento europeo. Desde 
el Renacimiento, y luego con la Primera Revolución Industrial, y 
especialmente a fines del siglo XX y principios del XXI, ha habido un 
gran aumento en la riqueza material y el progreso tecnológico en el 
mundo. Y sin embargo,  la relación entre los seres humanos y la relación
 del hombre con la naturaleza nunca ha sido tan tensa. En muchas 
ocasiones la humanidad ha desarrollado incluso  la capacidad de destruir
 nuestro ecosistema y a nosotros mismos. Esto es válido para los 1.200 
millones de católicos, los 1.380 millones de chinos y  los 7.200 
millones de personas en nuestro mundo:  todos, inevitablemente 
enfrentamos el desafío final que se plantea ante la  humanidad. La 
supervivencia o la destrucción de la vida en la Tierra depende de 
nuestra respuesta a este desafío final para la humanidad.
Desde 1993- hace 24 años- empecé a reflexionar de manera sistemática 
 y continua sobre estos temas, que me han llevado a la realización de 
más de 20 pinturas, incluyendo obras  como Cradling Arm e Iron Staff Lama,,
 que ilustran el tema   "Naturaleza y religión” mediante el uso de la 
fuerza expresiva y tolerante que es propia de la pintura al óleo y el 
enfoque sobre la cuestión final del hombre, que es común tanto a  la 
pintura y la cultura china como a la  occidental . El 31 de mayo de 
2017,  Cradling Arm e Iron Staff Lama - las obras más 
representativas de todo mi trabajo y de las reflexiones realizadas en 
los últimos 20 años – fueron ofrecidas  como regalo a Su Santidad el 
Papa  Francisco como un signo de amistad en nombre de los 1.400 
 millones de chinos y luego fueron generosamente entregadas por el Santo
 Padre a los Museos Vaticanos para formar parte de la  colección 
permanente y exhibidas allí.
Pinté un bosquejo a carboncillo  de la Montaña Sagrada, que fue 
presentado al Santo Padre. A petición de la Biblioteca del Vaticano, 
completé la reproducción creando un boceto para la colección de la 
biblioteca.
Para mí, Kanrenmuqi es la montaña sagrada de toda la humanidad, que 
incorpora la esencia de la religión. ¡Representa el lugar de un espíritu
 permanente, debería ser la eternidad y no puede ser destruida!
El "Papá" es el  amor entre los fieles como padre e hijo: blanco como
 la nieve, blanco también como el hábito del Papa. La montaña como su 
físico y como la cruz que lleva.
Al final, me gustaría decir que no importa a qué país pertenecemos o 
qué credo profesamos, "nada en el mundo es irrelevante para nosotros". 
La Madre Tierra, que es, como dice el Papa Francisco en su encíclica Laudato Sí,
 una hermosa madre que nos recibe en sus brazos, muestra que la gran 
familia de naciones puede ser tolerante y unida. También  la culturas 
china y la vaticana necesitan comunicación e intercambio, al igual que 
todas las culturas de la Tierra. La montaña sagrada es un símbolo 
natural del diálogo y de la civilización del encuentro. La amistad 
desinteresada entre China y el Papa Francisco y la idea de que todos 
somos una sola familia empujarán a los hombres a repensar la relación 
entre la humanidad, la vida, la sociedad y la naturaleza. La estética 
del arte revelará en nosotros la completa conciencia del medio ambiente,
 la benevolencia y la tolerancia.
El diálogo entre nosotros es posible e inevitable debido a nuestro 
sentimiento común de benevolencia. ¡En el siglo XXI, el extraordinario 
plan para construir un sólido puente de diálogo entre Pekín  y el 
Vaticano iluminará nuevamente la Ruta de la Seda! ¡Que  reinen  la 
amistad y la paz en el mundo!
 
