Baja California Sur, MÉXICO (Agencia Fides, 24/11/2017) – Rezar por la Paz y por las 
familias víctimas de la violencia: esto fue lo que la noche del 23 de 
noviembre, en la parroquia de San Martín, concentró al menos un centenar
 de sacerdotes, provenientes de los cinco municipios y más de 300 
personas, para realizar una celebración guiada por el obispo de la 
Diócesis de La Paz en la Baja California Sur (México) , Mons. Miguel 
Ángel Alba Díaz, para rezar por la paz y por las familias víctimas de la
 violencia.
Durante la celebración eucarística, el obispo no predicó, invitó a 
guardar varios minutos de silencio, mientras que en una pantalla se 
proyectaron imágenes con un mensaje sobre el número de personas que han 
sido asesinadas en Baja California Sur en los últimos tres años: “De 
2014 a 2017, víctimas de la furia de la barbarie humana en Baja 
California Sur, alrededor de 900 asesinados”, aparecía escrito. Luego, 
en las peticiones, se mencionó a las familias “que sufren por la 
violencia”, por quienes han perdido la vida en este contexto. “Por todos
 los inocentes que han muerto por la violencia y por los alrededor de 
900 muertos que ha dejado esta ola de violencia en nuestra entidad. Para
 que reine la paz”. Al final, el obispo invitó a seguirlo en silencio en
 una marcha alrededor del templo con las cirios encendidos. 
El motivo principal de esta celebración ha sido el terrible asesinato 
del ombudsman del estado, Silvestre De la Toba Camacho. El obispo señaló
 que no haría más pronunciamientos porque la sociedad está cansada de 
“discursos estériles” y pidió que se resuelva el problema desde la raíz.
 
Efectivamente, la noche del pasado lunes 20, Silvestre De la Toba 
Camacho, presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos en Baja 
California Sur (CEDHBCS), en el noroeste del país, fue asesinado por un 
grupo de desconocidos cuando se encontraba en una calle del centro de la
 ciudad junto con su familia, también murió su hijo Fernando mientras 
que su esposa e su hija quedaron gravemente heridas. Si desgraciadamente
 han habido atentados contra defensores de los Derechos Humanos, es la 
primera vez que desde que se creó la figura de ombudsman, en 1990, que 
un responsable institucional de proteger las garantías individuales es 
asesinado.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) condenó el ataque, y 
ordenó a las autoridades establecer medidas cautelares para proteger a 
la familia de la víctima. 
Desde hace dos años Baja California Sur padece una intensa ola de 
violencia
por la disputa interna para controlar la zona y el Cartel de 
Sinaloa, uno de los más poderosos del mundo.
 
