Cucuí, BRASIL (Agencia Fides, 23/11/2017) - “La misión fortalece nuestra vida como
cristianos, pues nos permite hacernos presentes entre la gente,
descubrir en ellos las señales de Dios”. Así lo afirma a la Agencia
Fides el padre Luis Miguel Modino, un misionero Fidei Donum español en
Cucui, diócesis de São Gabriel da Cachoeira, estado de Amazonas, en
Brasil, donde acompaña la vida de los pueblos indígenas esparcidos a lo
largo de los ríos Negro y Xié.
“Cuando esa misión se lleva a cabo en las periferias del mundo, -
continúa explicando el p. Modino - uno va descubriendo que en medio de
los que la sociedad descarta es donde ese Dios se hace más visible”.
El padre Modino, fue ordenado sacerdote por la diócesis de Madrid hace
casi veinte años, en 2006 fue enviado como misionero a la Diócesis de
Ruy Barbosa, en Bahía, Brasil, donde trabajo hasta el 2016. Actualmente
es párroco en la diócesis de São Gabriel da Cachoeira, una de las
mayores de Brasil, ubicada en el corazón de la Amazonia, que cuenta con
una extensión de 293 mil kilómetros cuadrados y más del 90% de la
población indígena.
“Los pueblos indígenas en Brasil sufren a causa de políticas públicas
contrarias, lo que se traduce en unos servicios básicos de escasa
calidad y en una constante amenaza a los derechos garantizados por la
Constitución del país”. Explica a la Agencia Fides el padre Modino que
además de sacerdote es periodista y gran conocedor de situación en la
zona.
“Actualmente acompaño a las comunidades indígenas de la región que
se encuentra en la frontera entre Brasil, Colombia y Venezuela, donde
voy descubriendo como la fraternidad es instrumento que ayuda a superar
las dificultades y aminorar los problemas” dice el misionero.
“Realmente siento que soy más evangelizado que evangelizador, pues
aquellos que tienen un menor conocimiento teórico de las cosas de Dios
son maestros en lo que consideramos vivencia cristiana”, dice el Padre
comentando su experiencia como misionero. “La dimensión comunitaria,
esencial para el cristiano, es fundamento de la vida cotidiana de los
indígenas y un buen aprendizaje para quienes, llegados de fuera,
convivimos y aprendemos con ellos”.