Santo Domingo, REPÚBLICA DOMINICANA (Agencia Fides, 22/11/2017) – “En la diócesis de Santo Domingo, donde 
viven 3,6 millones de habitantes, hay un sacerdote por cada 7.200 
católicos. El pueblo dominico reclama ayuda, escucha y consuelo pastoral
 por parte de los sacerdotes”, se lee en la nota enviada a la Agencia 
Fides por la Obra de Cooperación Hispanoamericana (OCSHA), que desde 
hace unos 70 años envía sacerdotes diocesanos al país. “Servimos a miles
 de personas con diferentes necesidades. Muchos están enfermos, otros 
vienen a exponer asuntos de naturaleza espiritual. Debemos satisfacer 
las necesidades de todos, confesar, escuchar”, dice el padre Rodrigo 
Hernández, misionero de Madrid desde hace un año en Santo Domingo como 
miembro de la OCSHA.
Desde la Casa de la Anunciación, hogar de la comunidad carismática 
Siervos de Cristo Vivo (CSCV), el p. Rodrigo relata que en el país se 
realizan retiros espirituales, cursos de evangelización y de formación, 
dirigidos a los líderes de sus comunidades. “Es una población que 
expresa una profunda fe, que vive una experiencia real de la fortaleza 
de Dios y quiere comunicarla, pero le falta formación” agrega el p. 
Rodrigo.
“La infancia y la juventud son la esperanza de Santo Domingo, a pesar de
 que muchas minorías viven en extrema pobreza”, continúa el misionero, 
citando el gran compromiso de los religiosos mercenarios en su 
dispensario en el que trabajan con niños de la calle.
Además, Mons. Francisco Ozoria Acosta, arzobispo metropolitano de Santo 
Domingo ha invitado al misionero español a representar las Obras 
Misioneras Pontificias diocesanas y ha dedicarse a la animación 
misionera. En esta óptica, en colaboración con el Obispo Auxiliar, Mons.
 Jesús Castro, se está lanzando el grupo “Universitarios Misioneros”: 
cada universitario católico debe recibir una formación adecuada para 
evangelizar en su entorno.
Según las estadísticas del PewForum, la República Dominicana es uno de 
los países de América donde los católicos están más dispuestos a 
“compartir su fe”, es decir, a hablar de la fe con las personas con 
quienes entran en contacto. El 20% de los católicos dominicanos declaran
 que lo hacen al menos una vez a la semana. Este porcentaje es similar 
al de los nicaragüenses (20%), hondureños (21%), panameños (19%), 
costarricenses (17%), aunque es inferior a los salvadoreños (24%) y 
guatemaltecos (34%). En la República Dominicana, el 86% de la población se declara católica (8 millones de 9,3 millones de habitantes).
 
