Naypyidaw, MYANMAR (Agencia Fides, 28/11/2017) - El gobierno birmano ha anunciado la tercera
sesión de la Conferencia sobre la Paz con las Minorías Étnicas,
denominada “Conferencia de Panglong” que se realizará la última semana
de enero: la iniciativa para continuar un camino de encuentro y
negociación con los grupos étnicos armados, con los que el ejército
birmano combate desde hace más de 60 años, ha sido acordada y anunciada
junto con la visita del Papa Francisco al país.
El mismo día, el Papa Francisco, tras llegar a Myanmar, se ha reunido
con el jefe del ejército de Myanmar, el anciano general Min Aung Hlaing,
en la residencia del arzobispo de Yangon. El líder militar, afirma una
nota lanzada en la web, ha dicho al pontífice que “no hay discriminación
religiosa ni étnica en el país”.
El gobierno birmano ha firmado un acuerdo de alto el fuego con ocho
organizaciones armadas, que son expresión de grupos étnicos, también
gracias al compromiso del Consejero de Estado de Aung San Suu Kyi,
promotora de la Conferencia de Paz con las Minorías Étnicas.
Los temas que serán discutidos en la reunión de enero trataran algunos
aspectos y pasos adelante en el diálogo político a nivel nacional con
las minorías Shan, entre otras y también con los grupos de musulmanes
presentes en el estado de Rakhine, como el Partido de Liberación de
Arakan que acepta dialogar con el gobierno y constituye una
representación del pueblo rohingya. En las últimas semanas, la ONU ha
acusado al ejército de realizar una “limpieza étnica” en la campaña
desencadenada contra el pueblo Rohingya. La finalidad de la conferencia
es encontrar un acuerdo marco para todas las minorías armadas y así
establecer una paz estable en el país.
La noticia de la Conferencia ha sido recibida favorablemente en la
sociedad civil birmana y en las comunidades católicas. La organización
internacional de inspiración cristiana “Christian Solidarity Worldwide”
afirma en una nota enviada a la Agencia Fides: “Hacemos un llamamiento
al Gobierno de Myanmar para que permita el acceso a las organizaciones
internacionales de ayuda humanitaria al estado de Rakhine y ponga fin a
las graves violaciones de los derechos humanos en los estados de Kachin y
Shan, contrarrestando con seriedad la campaña de nacionalismo
religioso, intolerancia y odio en todo el país”.