Yangon, MYANMAR (Agencia Fides, 29/11/2017) - “Estamos felices de estar cerca del Papa 
Francisco durante su viaje apostólico a Birmania y rezamos intensamente 
para que sea un momento especial y el comienzo de una paz duradera y de 
la reconciliación para Birmania”, ha declarado a la Agencia Fides. El 
Obispo Olivier Schmitthaeusler, Vicario Apostólico de Phnom Penh, 
Camboya, anunciando que “la Iglesia de Camboya, para poder reunirse con 
el Papa, ha organizado una peregrinación de cuatro días a Yangón: 
seremos 126 camboyanos los que participaremos en la Eucaristía que el 
Santo Padre presidirá en la ciudad, entre los cuales 10 seminaristas, 3 
sacerdotes camboyanos, 4 sacerdotes misioneros y 10 hermanas”. 
La delegación de Camboya es una de las muchas que han llegado a Myanmar 
desde otros países del sudeste asiático como Filipinas, Vietnam y 
Tailandia. Se esperan más de 200,000 peregrinos en la misa solemne que 
el Papa Bergoglio celebrará en Kyaikkasan Ground. “No faltarán tampoco 
fieles budistas y musulmanes”, asegura la Agencia Fides el p. Mariano 
Soe Naing, responsable de comunicaciones de la Conferencia Episcopal de 
Myanmar. Y la mayoría de los presentes son “fieles birmanos de diversas 
etnias, que han viajado a la antigua capital desde todo el país”, señala
 el portavoz de los obispos.
Muchos de ellos pertenecen a la Acción Católica Birmana: en los últimos 
días, la responsable de la Coordinación Interdiocesana de Acción 
Católica, Lei Lei Win, se ha encargado de organizar la acogida de los 
que han llegado a la capital para asistir a la celebración con el 
Pontífice. 
Según la información de la Agencia Fides, la Acción Católica de Myanmar 
se consolidó en la década de 1960 gracias a la acción pastoral de los 
misioneros del Pime y, en particular, a Monseñor. Giovanbattista 
Gobbato, y actualmente incluye a representantes de cinco diócesis: 
Taunggyi, Pekhon, Loikaw, Taungngu y Yangon. Una de las principales 
actividades promovidas por la ACC birmana es una experiencia de 
promoción humana: los miembros más jóvenes de la asociación van a las 
aldeas remotas para llevar a cabo educación sanitaria, instrucción y 
animación para los más jóvenes. Estos son los conocidos “zetaman”, o 
“pequeños evangelizadores”, figuras características de la Iglesia 
Católica en Myanmar: jóvenes voluntarios que viajan a aldeas aisladas, 
en áreas empobrecidas, rurales y montañosas, llegando allí donde los 
sacerdotes y religiosos no lo consiguen. Comparten la vida de la 
comunidad durante unos días, pasan tiempo con los niños, con un estilo 
de
presencia hecha de amor y amistad. Luego, si se les pregunta, dan 
testimonio de su fe, dicen quiénes son y cómo el encuentro con Jesús 
cambió sus vidas.
“La visita del Santo Padre – afirma Lei Lei Win – nos llena de alegría. 
Es una señal muy importante de cercanía a una comunidad pequeña como la 
nuestra. Aún más, después del encuentro con el Papa Francisco, vemos 
fortalecido nuestro compromiso con un testimonio de paz y una 
coexistencia armoniosa con todas las religiones y etnias de nuestro 
maravilloso país”. 
 
