Beirut, LÍBANO (Agencia Fides, 05/07/2018) – La crisis de las escuelas católicas libanesas
se ha agudizado, como lo evidencia la renuncia de 500 docentes. El gran
número de profesores a quienes no se les ha renovado el contrato salió a
la luz ayer, 5 de julio, fecha límite tanto para la inscripción de los
estudiantes como para la presentación de las plantas orgánicas de las
escuelas para el año 2018 / 2019. La situación, que ha generado
preocupación y desalientos entre muchas familias, se refleja también en
la disminución de la matrícula de los estudiantes de las instituciones
más afectadas.
Ayer, jueves, 5 de julio, en la sede del patriarcado maronita en Bkerkè
fue convocada una reunión de emergencia de los directores de las
escuelas, para enfrentar el estado de crisis junto con el patriarca
Bechara Boutros Rai. Fuentes locales refirieron a la agencia Fides que
los distintos institutos intentan actuar con criterios razonables ante
la reducción del personal docente, como no renovar la posición a los
profesores más ancianos, ya por retirarse, ni a aquellos que sólo tienen
pocas horas de clases. Otras escuelas han optado por disminuir el
número de estudiantes. Al mismo tiempo, los sindicatos de maestros
decidirán en las próximas horas los pasos que seguirán. Mientras el
padre Boutros Azar, actual Secretario General de las escuelas católicas,
se queja de la pasividad de las instituciones nacionales, que han
permanecido inertes ante las reiteradas alarmas, declaradas desde el
otoño pasado, que hoy amenazan la supervivencia de muchas escuelas no
estatales.
Entre los desencadenantes de la dificultad que hoy viven las escuelas no
estatales figuran las nuevas disposiciones salariales de los empleados
públicos, aprobadas por el gobierno libanés en agosto de 2017. Estos cambios que aplican a los docentes de colegios
privados, representan un problema
para los institutos religiosos que no cuentan con los recursos
necesarios para aumentar el sueldo al personal. Los representantes de
las escuelas católicas y otros miembros de Iglesia maronita han pedido a
las instituciones políticas, en varias ocasiones, que asuman al menos
parte de los costos para financiar los ajustes salariales en dichos
centros de estudios, que, actualmente, reciben a más de dos tercios de
los estudiantes libaneses.
En sus intervenciones, la Iglesia ha reiterado la importante
contribución de estas escuelas a la construcción de la identidad
nacional.