Yaoundé, CAMERÚN (Agencia Fides, 03/10/2015) - Existe el peligro de una unión entre los
yihadistas nigerianos de Boko Haram y los ex rebeldes Centro-africanos
de Seleka en el noreste de Camerún. Es lo que comunican fuentes de la
Iglesia de Camerún, en una entrevista con la Agencia Fides. “Después de
las recientes operaciones militares en el norte de Nigeria realizadas
por las tropas nigerianas, de Camerún y de Chad, los yihadistas de Boko
Haram se han visto obligados a cambiar de táctica: ya no se dedican a la
conquista de territorios que no son capaces de controlar y defender,
sino que recurren al terrorismo, con terroristas suicidas para sembrar
el terror en Nigeria y los países vecinos”, explican fuentes de Fides
que por razones de seguridad no citamos.
El riesgo es que las agresiones y atentados que han afectado hasta ahora
al extremo norte de Camerún, puedan extenderse al resto del país. “Las
autoridades civiles y religiosas han pedido que se supervise todo el
país”, subrayan las fuentes.
Un peligro que se ve reforzado por la presencia en el este de Camerún de
ex rebeldes Centro-africanos Seleka que comparten una ideología
islamista similar a la de Boko Haram. “Si nos fijamos en un mapa de
Camerún, se puede ver lo fácil que es crear un corredor de
inestabilidad, que se extiende desde el norte a las regiones del este de
Camerún, también porque las vías y carreteras no tienen puentes y se
pueden recorrer fácilmente”, dicen las fuentes.
Tanto Boko Haram como Seleka pueden contar con la complicidad en Camerún
porque hay familias que viven en ambos lados de la frontera entre
Nigeria y Camerún, por una parte, y Camerún y Nigeria, por la otra.
“Pero la mayoría de la población quieren la paz. Recientemente se han
producido manifestaciones por la paz interreligiosa en las que personas
de todos los credos presentes en Camerún han participado, incluidos
musulmanes” subrayan las fuentes.
La inestabilidad en el norte de Camerún está haciendo pagar un precio
muy alto al país, en términos sociales, por ejemplo, los jóvenes
prefieren no estudiar ya en la Universidad de Maroua, en el norte, y
económicos, por los costos de las operaciones militares y de seguridad.
Las fuentes de Fides concluyen subrayando la responsabilidad de
Occidente en la creación de situaciones de inestabilidad en África: “La
inestabilidad de nuestra región es también una consecuencia de la guerra
que derrocó al régimen de Gadafi en Libia en 2011, llevando grandes
cantidades de armas a los países del Sahel y de las inmediaciones, fruto
del saqueo de los arsenales libios”.