Kampala, UGANDA (Agencia Fides, 12/10/2015) - “En un país como el nuestro, donde durante
décadas hemos carecido de unidad y consenso nacional, el Papa viene como
un constructor de puentes. Nos pide que imitemos a Cristo que vino a
servir y no a ser servido, nos invita a ser siervos de los demás”,
afirma el Mensaje Pastoral de los Obispos de Uganda, en preparación para
la visita del Papa Francisco a finales de noviembre. El mensaje,
enviado a la Agencia Fides, invita a los fieles a orar por la visita, a
realizar actos de caridad hacia los pobres y “lo más importante, a hacer
todos los esfuerzos posibles por la reconciliación y de amor recíproco
como Cristo nos amó”.
Los obispos también subrayan la profunda brecha existente en Uganda
entre la fe profesada y los estados de vida, entre el Evangelio y
algunas prácticas tradicionales africanas, como la poligamia, el
matrimonio de prueba, la brujería y los sacrificios humanos. “La familia
también se ve afectada por la infidelidad, la negación del amor mutuo,
el abuso infantil y la violencia doméstica”, denuncia el mensaje.
Kenia también se está preparando para la visita del Papa Francisco, en
particular, acaba de concluir el Congreso Eucarístico Nacional en el que
se ha dedicado una atención especial a la visita Papal.
El evento, que tuvo lugar el 3 de octubre en el Santuario Nacional
mariano de Subukia, en Nakuru, han asistido más de 25.000 fieles.
“Estamos aquí para celebrar la presencia de Cristo entre nosotros. Esto
nos debe infundir esperanza y fortalecer nuestra creencia en el servicio
a Dios y a los demás siempre”, ha dicho en su homilía, Su Exc. Mons.
Dominic Kimengich, obispo de Lodwar y presidente de la Comisión para la
Liturgia de la Conferencia Episcopal de Kenia.
El Obispo ha exhortado a los cristianos a aprovechar la ocasión del
Congreso Eucarístico para arrepentirse de los delitos graves como la
corrupción y el tribalismo, que atentan contra la sociedad y la
comunidad cristiana.
El anterior Congreso Eucarístico celebrado en Kenia se remonta a 1985 en
el que participaron San Juan Pablo II y la Madre Teresa de Calcuta.