CIUDAD DEL VATICANO (http://press.vatican.va - 9 de noviembre de 2017).-
Como respuesta a las preguntas de los periodistas sobre la
decisión del Papa de interrumpir la venta de cigarrillos a los empleados
de la Santa Sede, el director de la Oficina de Prensa, Greg Burke, ha
emitido la siguiente declaración:
El Santo Padre ha decidido que el Vaticano dejará de vender
cigarrillos a sus empleados a partir de 2018. El motivo es muy simple:
la Santa Sede no puede colaborar a una práctica que perjudica claramente
la salud de las personas. Según la Organización Mundial de la Salud,
cada año el tabaco es la causa de más de siete millones de muertes en
todo el mundo.
A pesar de que los cigarrillos vendidos, a precio
descontado, a los empleados y pensionistas del Vaticano sean una fuente
de ingresos para la Santa Sede, ningún beneficio puede ser legítimo si
pone en peligro la vida de las personas.