Lahore, PAKISTÁN (Agencia Fides, 08/11/2017) - “El gobierno paquistaní no está abordando
seriamente el tema del abuso de las leyes sobre la blasfemia y la
urgencia de erradicar el extremismo islámico de la sociedad paquistaní.
Es hora de tomar medidas audaces para combatir el extremismo religioso, y
para ello, el primer paso es derogar o reformar la ley sobre la
blasfemia”: este es el llamamiento enviado a través de la Agencia Fides
por el abogado cristiano Sardar Mushtaq Gill, promotor de los derechos
humanos en Pakistán y defensor de varios casos de víctimas inocentes de
la ley de blasfemia Comentando a la Agencia Fides algunos casos trágicos
recientes, Gill recuerda que el estudiante musulmán Mashal Khan, de 23
años, de Mardan, fue asesinado en abril al publicar en la web contenido
considerado “blasfemo” y expresar opiniones críticas sobre el Islam. El
abogado recuerda que “el linchamiento brutal del estudiante musulmán
podría haber sido una oportunidad para revivir el
debate sobre la revisión de las leyes sobre la blasfemia, pero este
intento también ha fracasado”.
Hace unos días, recuerda Gill, fue el tercer aniversario de la muerte de
Shama y Shahzad Masih, dos esposos quemados vivos el 4 de noviembre de
2014 después de una falsa acusación de blasfemia; mientras que Asia
Bibi, la mujer cristiana sentenciada a muerte por blasfemia, espera la
sentencia del Tribunal Supremo de Pakistán además, el “sistema judicial
paquistaní no está dando buena evidencia y parece verse afectado por las
presiones de los grupos extremistas”, señala el abogado.
“Los grupos extremistas islámicos ahora recurren a los partidos
políticos para lograr sus objetivos”, dice, y defienden firmemente la
ley de blasfemia. “De esta manera, la ley sobre la blasfemia -comenta-
se ve politizada en vista de las elecciones generales de 2018 y por eso
será difícil para el tribunal fijar una fecha en breve para el recurso
de apelo de Asia Bibi”.
“La ley sobre la blasfemia constituye un verdadero ataque contra la
libertad religiosa de todos aquellos que tienen opiniones contrastadas
al Islam. Muchos observan que tanto los musulmanes como los no
musulmanes son víctimas en igual medida de los abusos de la ley de
blasfemia; pero para los musulmanes se trata sólo de aquellos que
expresan críticas al Islam. Y, si una persona cristiana es acusada de
blasfemia, no se salvará y se buscará su muerte. También existe el
riesgo de un castigo masivo o de venganza contra toda la comunidad
cristiana a la que pertenece, como ha sucedido en varios episodios
trágicos”, concluye.