Palembang, INDONESIA (Agencia Fides, 12/03/2018) - En una zona de mayoría musulmana, el
gobierno local, compuesto por musulmanes, donó dinero para reparar la
capilla católica dedicada a San Zacarías, atacada por unos desconocidos
la noche del 7 de marzo en la archidiócesis de Palembang, en el sur de
la isla indonesia de Sumatra. La capilla fue
inaugurada el domingo 4 de marzo por el arzobispo local, Aloysius
Sudarso, y se encuentra a unos 50 km de Palembang, capital de la
provincia de Sumatra del Sur. “Agradecemos a las autoridades locales que
querían ocuparse directamente de la reparación de la iglesia”, aseguró
el arzobispo Sudarso a la Agencia Fides. “Esperamos que tales incidentes
puedan desaparecer en nuestra archidiócesis y en el país. Debemos
permanecer vigilantes y trabajar constantemente por la paz y la armonía
en pueblos, parroquias y en todas partes”, agregó el prelado.
“Hubo una gran decepción en toda la comunidad local después de la
destrucción de la capilla, pero estamos invitados a no caer en esta
provocación”, dijo a la Agencia Fides, Yohanes Hartoyo, un católico
local. En los últimos tiempos, las Iglesias cristianas en Indonesia han
tenido que hacer frente a desafíos continuos de algunos grupos
fundamentalistas islámicos que han llevado a cabo ataques contra
iglesias y cristianos en varias partes del país. A menudo, según los
observadores, estos actos tienen la intención de polarizar a las
diferentes comunidades religiosas y destruir la paz y la armonía en las
regiones, para luego extraer beneficios políticos.
Los ciudadanos indonesios acudirán en 2018 a votar en las elecciones
locales y en 2019 en las elecciones presidenciales en las que las
cuestiones sociales económicas y religiosas están en el punto de mira y
podrían ser un pretexto para los ataques, que a menudo se escudan en
motivos religiosos pero con razones políticas. Los líderes cristianos
indonesios en todo el archipiélago invitan a los fieles a hacer frente a
las situaciones difíciles “con una mente despejada y un gran corazón”,
para no caer en las trampas que tales actos quieren crear, alimentando
las tensiones sociales y religiosas. “Debemos vivir protegiendo la
unidad y la convivencia entre ciudadanos de diferentes religiones en
Indonesia”, repiten.