CIUDAD DEL VATICANO (Agencia Fides, 29/07/2020) – “En este momento de la propagación
del COVID-19, estamos denunciando una realidad preocupante para las
personas vulnerables que corren un riesgo mayor de ser víctimas de la
trata”, ha declarado el secretario general de Caritas Internationalis,
Aloysius John, con motivo del Día mundial contra la trata de personas,
que se celebra mañana 30 de julio.
“El hecho de que nuestra atención se centre hoy en la pandemia no debe
impedirnos cuidar a las personas que son más vulnerables al tráfico y la
explotación”, se lee en la nota enviada a Fides.
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), hoy en el mundo
hay más de 40 millones de víctimas de trata y explotación de personas.
Una situación ya crítica, que la actual crisis de salud ha agravado,
debido a la falta de la pérdida masiva de empleos resultante de las
medidas gubernamentales implementadas para prevenir la propagación de
COVID-19.
Como se puede ver en el documento enviado a Fides, la Confederación de
162 Caritas nacionales y la red cristiana contra la trata de personas
COATNET subrayan cómo el COVID-19 ha centrado la atención de los
gobiernos en el sector de la salud, evitando que se preste suficiente
atención a los daños colaterales de la pandemia mundial, especialmente
en los migrantes y trabajadores informales, que ahora están más
expuestos aún al tráfico y la explotación. La falta de libertad de
movimiento causada por el confinamiento y las restricciones de
movimiento adoptadas en muchos países ha dado como resultado una menor
probabilidad de escapar y encontrar ayuda para las víctimas de la trata
de personas.
“Muchos filipinos y otros trabajadores extranjeros, que luchan por
regresar a sus hogares después de perder sus empleos debido a COVID -19 y
la actual crisis económica. Ahora están en fila frente a sus embajadas,
sin ningún tipo de apoyo social o protección psicológica, y muchos de
ellos incluso no tienen estatus legal” explica Gabriel Hatti, presidente
de la oficina de Caritas en Medio Oriente y África del Norte,
denunciando la difícil situación experimentada en el Líbano y otros
países de Oriente Medio.
Además, debido a las medidas restrictivas, es más difícil para las
asociaciones y autoridades identificar a las víctimas de la trata y la
explotación, muchas de las cuales son menores. Durante la pandemia, de
hecho, han aumentado los casos de violencia contra menores y el número
de niños víctimas de explotación online, a los que están expuestos sobre
todo cuando siguen lecciones a distancia con poca supervisión de los
padres. Durante el encierro en India, por ejemplo, 92.000 casos de abuso
infantil fueron reportados a las autoridades en solo 11 días. Por otro
lado, los niños de familias económicamente desfavorecidas podrían verse
obligados a mendigar en las calles, quedando expuestos a un alto riesgo
de explotación.