Brasilia, BRASIL (Agencia Fides, 18/07/2020) - El domingo 19 de julio se celebra en Brasil
la Jornada de la Caridad. “La Caridad, junto con el Pan, la Palabra y la
Acción misionera, es uno de los cuatro pilares que constituyen la vida
de las comunidades eclesiales misioneras y la idea de la Iglesia en las
Casas”, así se lee en la nota enviada a la Agencia Fides, que recuerda
las Directrices de la Acción Evangelizadora de la Iglesia en Brasil de
2019 a 2023, aprobadas por el Episcopado brasileño.
Hablando durante un encuentro virtual al grupo de secretarios ejecutivos
de las 18 regiones en las que está dividida la Conferencia Episcopal de
Brasil (CNBB), el Obispo auxiliar de Río de Janeiro y Secretario
General de la CNBB, Mons. Joel Portella Amado, ha dicho que en la
Iglesia en Brasil es necesario reforzar la caridad, que se ha
intensificado en los últimos meses ante las consecuencias de Covid-19.
“Tengo la impresión de que la caridad no se ha desanimado, al contrario.
Esto es hermoso. Es necesario articular la caridad para hacerla
inteligente. Nuestra misión es ayudar en la articulación, hay mucho que
hacer, todavía hay mucho que articular” ha subrayado el Obispo.
El Arzobispo de Belo Horizointe y Presidente de la CNBB, Mons. Walmor
Oliveira de Azevedo, en su mensaje para la Jornada de la Caridad
subraya: “La caridad no puede ser una práctica efímera, que sólo busca
promover la paz de la conciencia para quienes están dispuestos a ayudar.
Debe guiar todas las dimensiones de la vida y de la sociedad,
convertirse en un pilar sobre el cual cada uno orienta su conducta,
convirtiéndose en un siervo de su prójimo, que es un hermano. Los que se
dedican a la caridad están en sintonía con el corazón de Dios.
Descubren que servir es un remedio, porque nos permite ver, con riqueza,
el verdadero significado de la vida, contribuir a transformar la
realidad de los demás. Si la solidaridad se viviera como un principio
que guía a la sociedad, el mundo sería diferente, más justo, solidario y
fraterno”. El Arzobispo concluye subrayando que “la experiencia de la
Jornada de la Caridad es una rica oportunidad, porque llama a todas las
personas,
especialmente a los cristianos, a reconocer que servir tiene un poder
transformador”.