Carapeguá, PARAGUAY (Agencia Fides, 17/07/2020) - El obispo de Carapeguá, Mons. Celestino
Ocampo, lamentó que durante la pandemia, el crimen y la corrupción no se
detuvieron, "son aliados inseparables de la impunidad". Lo hizo durante
la misa celebrada en honor a San Buenaventura, el patrón espiritual de
Yaguarón. La misa se celebró a puerta cerrada el 15 de julio. Luego se
formó una procesión de vehículos conducida por un carro en el que se
transportaba la imagen del Santo, adornada con flores.
Durante la homilía de la misa, el obispo de la diócesis de Carapeguá,
dijo que la pandemia reveló muchas deficiencias en casi todas las
instituciones, esto es "un hecho preocupante", y agregó que lamenta
tener que tener en cuenta que incluso durante la crisis El crimen y la
corrupción no han cesado. Monseñor Ocampo enfatizó que es triste saber
que en lugar de dirigir todos los recursos estatales para aliviar las
necesidades urgentes de salud, muchas personas planean cosechar los
beneficios para beneficios personales o sectoriales. "Manipulan las
ofertas, asignan compras a amigos, aumentan descaradamente los precios
de los productos", se quejó.
El prelado señaló que hay personas muy honestas que son responsables de
sus funciones, que quieren hacerlo bien, pero "a veces el entorno no
hace que las cosas funcionen". Luego advirtió: "si no se superan las
injusticias y las iniquidades y si la corrupción continúa acompañada de
impunidad, desafortunadamente los ricos se volverán más ricos a expensas
de los pobres, que se volverán cada vez más pobres". "Estos males son
mucho más peligrosos y mortales que el coronavirus", enfatizó.
Ante estos males, el cristiano no puede permanecer indiferente. "Debemos
alzar nuestra voz profética anunciando la palabra de Dios y denunciando
los males que nos afligen, pidiendo justicia para todos", concluyó.