Rouen, FRANCIA (Agencia Fides, 27/07/2020) – “Por cuarto año, estamos reunidos en esta
iglesia tan pequeña de Saint-Étienne du Rouvray, con vosotros
sacerdotes, religiosas, parroquianos, con vosotros, la querida familia
del padre Jacques Hamel, con vosotros testigos de este dramático gesto
cometido aquí”. Con estas palabras, el arzobispo de Rouen, Mons.
Dominique Lebrun, inició la santa misa que presidió ayer, domingo 26 de
julio, en la misma iglesia donde el padre Hamel fue asesinado en el
altar por dos militantes islámicos, el 26 de julio de 2016. En la conmemoración estuvieron presentes Mons. Eric de
Moulins Beaufort, Arzobispo de Reims, Presidente de la Conferencia
Episcopal Francesa, el Ministro del Interior, Gérald Darmanin,
parlamentarios, autoridades civiles y militares.
Como cada año, la conmemoración ha estado marcada por varios momentos:
marcha silenciosa del presbiterio a la iglesia de Saint-Étienne; misa
dominical; ceremonia ante la Piedra de la Fraternidad. “Autoridades
religiosas y civiles, ciudadanos, creyentes de todas las religiones y no
creyentes, se unen para demostrar su rechazo común hacia toda violencia
y su profundo respeto por la vida humana”, subraya el comunicado de la
diócesis, que “agradece a todos los que se unen directa o
indirectamente, a través de la oración y el compromiso, a este cuarto
aniversario”.
“El sistema judicial penal de nuestro país sigue investigando un caso
que involucra a posibles cómplices - prosigue el texto -. ¿La
investigación arrojará luz sobre lo que ha llevado a este crimen? ¿Sus
resultados ayudarán a nuestro país a protegerse mejor y a proteger a sus
hijos de la radicalización mortal? Todos lo quieren, pero la sanción
penal no puede ser suficiente. Todos deben sentirse responsables de la
vida común. Se está haciendo mucho; queda mucho por hacer. El mal se
esconde, y no sólo en forma de virus. El separatismo como las fracturas
sociales son causas malvadas que el padre Hamel supo denunciar sin
recurrir a chivos expiatorios, sino comprometiéndose a testimoniar un
amor igual para todos, en medio de todos”.
El Papa Francisco concedió la dispensa para abrir, pocos meses después
de su muerte, el proceso de beatificación del padre Hamel, con el fin de
reconocer su martirio. El Jueves santo, 13 de abril de 2017, se anunció
la fase diocesana de la causa de beatificación y se abrió oficialmente
el 20 de mayo de 2017, concluyéndose el 9 de marzo de 2019. El dossier completo fue entregado a la Congregación para las
Causas de los Santos, que en la primavera pasada comunicó al Arzobispo
de Rouen que el procedimiento canónico previsto “ha sido fielmente
respetado y, en consecuencia, el tribunal de la Archidiócesis de Rouen,
en la recopilación de las pruebas documentales y testimoniales, ha
actuado de manera jurídicamente válida”.