Quetta, PAKISTÁN (Agencia Fides, 27/10/2016) - Los líderes religiosos cristianos e islámicos 
han jugado un papel decisivo al intervenir para resolver un caso de 
supuesta blasfemia en Quetta, en la provincia paquistaní de Baluchistán,
 un caso que iba en detrimento de dos cristianos. Como ha declarado a la
 Agencia Fides el p. Renald Remindran, misionero de los Oblatos de María
 Inmaculada en Quetta, un niño cristiano de nueve años llamado Izhan y 
su madre Shakeela Kauser, enfermera en el Hospital Civil de Quetta y 
madre de tres hijos, habían sido detenidos e interrogados por una 
acusación de blasfemia: se les acusaba de haber quemado unas páginas del
 Corán el 20 de octubre.
Después de la denuncia, la policía los detuvo. En ese momento algunos 
líderes cristianos locales pidieron a los líderes de la organización 
Jamiat Ulema-e-Islam (JUI) que se involucrasen en el asunto, los cuales 
han jugado un papel clave para exonerar a madre e hijo de todos los 
cargos. La cuestión se ha cerrado el 21 de octubre, y las acusaciones de
 blasfemia han sido declaradas nulas.
“Estamos felices por este resultado. Es importante. En la provincia de 
Baluchistán, hasta la fecha nadie ha sido acusado y condenado por 
blasfemia” refiere el p. Remindran a la Agencia Fides. En una nota 
enviada a la Agencia Fides, Anjum James Paul, Presidente de la Pakistan 
Minorities Teachers’ Association, ha apreciado el papel de los líderes 
políticos y religiosos, musulmanes y cristianos, para averiguar la 
verdad y evitar cualquier conflicto entre las dos comunidades.
 
