Lahore, PAKISTÁN (Agencia Fides, 20/10/2016) – En el Parlamento de Pakistán se están
discutiendo dos proyectos de ley sobre temas que tocan la vida de las
minorías religiosas: el primero es la creación de una “Comisión para los
derechos de las minorías en Pakistán” (Pakistan Minority Rights
Commission) y el segundo es la “Ley para la protección de las minorías
2016”, que aborda la delicada cuestión de las conversiones forzadas,
convirtiéndolas en delito.
Según la información de la Agencia Fides, el primer proyecto de ley
prevé la creación de un órgano independiente que pueda garantizar el
respeto de los derechos humanos, formado por 11 miembros de diferentes
religiones y grupos étnicos, sin excluir a los miembros que representan a
la comunidad mayoritaria. La Comisión trabajará especialmente para una
mayor integración e igualdad de todos los ciudadanos, más allá de las
diferencias religiosas, limitando los abusos de los derechos humanos y
la discriminación.
El proyecto de ley para hacer frente a las conversiones forzadas es un
proyecto muy complejo. Establece que un menor no puede cambiar de
religión antes de alcanzar la mayoría de edad (18 años), “respetando la
libertad de religión y el interés del niño”, afirma en un comunicado
enviado a la Agencia Fides, el católico Peter Jacob, ahora presidente de
la Ong “Centre for Social Justice”. La ley tiene en cuenta el fenómeno
de las niñas menores de edad cristianas o hindúes que son “secuestradas,
violadas y forzadas a contraer matrimonio islámico o a la esclavitud”,
recuerda Jacob. Además, existe la amenaza de ser acusados de “apostasía”
en el caso de que una persona deje libremente la religión islámica.
“Por consiguiente, el proyecto de ley es un avance positivo”, señala
Jacob, recordando que en junio de 2014, una orden del Tribunal Supremo
había impuesto al gobierno formar un comité que supervisase el respeto
de los derechos de las minorías religiosas.
“Esperamos que el gobierno sepa aprovechar esta oportunidad para aprobar
de forma rápida estos dos proyectos de ley - espera Jacob -, para hacer
que el país de pasos decididos hacia delante para contrarrestar la
discriminación que existe en la sociedad paquistaní, en base a la
religión”.