Beirut, LÍBANO (Agencia Fides, 28/10/2016) – Las calles de Beirut están llenas de carteles y
 fotografías con la imagen del ex general Michel Aoun, líder del 
Movimiento Patriótico Libre que se prepara para convertirse en el nuevo 
Presidente de la República Libanesa. Salvo sorpresas de última hora, el 
Parlamento del país de los cedros elegirá a Aoun como nuevo Jefe de 
Estado en la próxima votación para la elección del Presidente, prevista 
en la sesión del lunes 31 de octubre a las 11 de la mañana, hora local. 
“Los preparativos – como refiere a la Agencia Fides el sacerdote 
maronita Rouphael Zgheib, Director Nacional de las Obras Misionales 
Pontificias en Líbano - también se están realizando en la Baabda, el 
Palacio Presidencial, que se prepara para recibir a su nuevo inquilino y
 donde se están preparando para recibir a los medios de comunicación de 
todo el mundo para el inicio de un nuevo período presidencial. La única 
incógnita, vistas las controversias, está
relacionada con la amplitud del consenso en torno a Aoun. Hay que ver si
 será elegido en la primera votación, cuando hacen falta dos tercios de 
los votos a favor, o en la segunda ronda, cuando simplemente servirá la 
mayoría”.
 
La elección anunciada de Aoun pondrá fin a más de dos años y medio de 
vacío presidencial, debido a los vetos y boicots mutuos de las partes 
que dominaban la escena política libanesa.
 
El final de la parálisis se debe a la convergencia alrededor de la 
candidatura de Aoun de los partidos más influyentes maronitas, sunitas y
 chiítas. El líder del Movimiento Patriótico Libre, el principal partido
 maronita, estará apoyado por los maronitas ex rivales de las Fuerzas 
Libanesas, por los chiítas de Hezbolá y por los sunitas del partido 
“Futuro”, dirigidos por Saad Hariri. 
 
Precisamente ha sido el apoyo otorgado por “Futuro” (formación sunita en
 contacto con Arabia Saudita) a su ex enemigo político Aoun, lo que ha 
cambiado el equilibrio de poder, abriendo el camino al final de la 
parálisis institucional del Líbano. Sin embargo, se oponen a este “gran 
compromiso” los partidos de menor importancia, tales como la formación 
chiíta Amal – de la que forma parte del presidente del Parlamento, Nabih
 Berri - y los maronitas de Marada, el partido político al que pertenece
 Suleiman Franyieh, que también ha sido candidato a presidente.
 
El delicado sistema político libanés estipula que el puesto de Jefe de 
Estado esté ocupado por un cristiano maronita. A nivel geopolítico, la 
elección inminente de Aoun puede leerse como un signo de la disminución 
de la influencia de Arabia Saudita en el cuadrante de Oriente Medio.
 
Ayer por la tarde, en una recepción celebrada en el Casino du Liban por 
el Centro Católico de Información, el patriarca maronita Bechara Rai 
expresó su satisfacción por la próxima elección de un “presidente 
fuerte”. El primado de la Iglesia maronita manifestó su elogio hacia el 
ex primer ministro Saad Hariri, haciendo hincapié en que la elección 
hecha por el líder del partido “Futuro” ha salvado al Líbano del riesgo 
de caer en un abismo. 
 
“El Patriarca”, explica a la Agencia Fides el padre Rouphael Zgheib, 
“siempre ha insistido en la urgencia de poner fin al vacío presidencial,
 fuese quien fuese el candidato capaz de reunir el consenso necesario, 
porque es la única manera de que todas las instituciones puedan salir de
 la parálisis y empezar de nuevo a funcionar según lo previsto por la 
Constitución”. 
 
