Port au Prince, HAITÍ (Agencia Fides, 25/10/2016) – Las mujeres y los niños en Haití corren
un alto riesgo de caer en la explotación sexual y la trata como
resultado del huracán. Según los organismos humanitarios, a partir del 4
de octubre, miles de mujeres y niños se han visto obligados a emigrar a
las ciudades y a la capital, Port-au-Prince, en busca de alimento y
refugio. Alrededor de medio millón de personas han perdido sus hogares y
sus medios de vida. Actualmente en todo el país hay 800.000 personas
que necesitan ayuda urgente.
Los niños de las familias más pobres son los que corren el mayor peligro
de ser explotados. Incluso antes de la tempestad el trabajo infantil en
Haití era un problema. De acuerdo con un informe de 2015 del Institute
for Labour and Social Research (FAFO), unos 207 mil niños se veían
obligados a realizar tareas del hogar. Para tratar de detener el tráfico
de niños, la organización benéfica World Vision tiene como objetivo
establecer 30 centros para proporcionar apoyo psicológico y proteger a
aquellos que están separados de sus familias o las han perdido. UNICEF
calcula que 125 mil niños necesitan ser protegidos de la violencia, de
la explotación y del abuso. La reconstrucción de escuelas destruidas y
el reunir a los niños con sus familias son la clave para prevenir el
fenómeno. Unas 175 mil personas, desplazadas por las inundaciones y los
deslizamientos de tierra, viven en más de 200 refugios temporales donde
las mujeres y niñas corren el riesgo de sufrir viol
encia
sexual.