Yibuti, SOMALIA (Agencia Fides, 14/11/2017) – El voto en Somaliland es algo que da esperanza y
que representa una forma alentadora de democracia: las elecciones del
13 de noviembre, para elegir al presidente que sucederá a Ahmed Mohamed
Silanyo, se han realizado de forma regular y tendremos que esperar unos
días para el anuncio oficial de los resultados. “Estas elecciones son
importantes, - dice Mons. Giorgio Bertin, Obispo de Djibouti y
Administrador Apostólico de Mogadiscio a la Agencia Fides - porque
pueden seguir demostrando que es posible una cierta forma de democracia
incluso en Somaliland y, si van bien, representarán una prueba más de
cierta seriedad en las instituciones. Para Somaliland - continúa - esta
cita significa que el país se mantiene estable y continúa su
construcción; para Somalia y para toda la región es la prueba de que una
cierta forma de democracia es posible en el Cuerno de África, porque en
la zona hay grandes dificultades a nivel de democracia, como en
Etiopía, Kenia, Yibuti; y este pequeño estado no reconocido podría
animar a la población de los países vecinos a elegir caminos que lleven
hacia la plena democratización”.
Al separarse de Somalia, de la que formaba parte desde 1960, el antiguo
protectorado británico se autoproclamó independiente en 1991, pero,
hasta la fecha, no ha sido reconocido por ningún estado de la comunidad
internacional. Con los años, combinando elementos tradicionales y
modernos, el liderazgo político ha logrado seguir un proceso de
democratización que ha garantizado cierta estabilidad. A pesar de la
corrupción y la influencia de los clanes (atenuada pero no desarraigada
en el sistema político), Somaliland hoy está organizada como un estado
real: tiene una constitución, aprobada por referéndum popular en 2001,
un sistema multipartidista, realiza elecciones y posee un ejército, una
bandera y una moneda propia.
La fecha de votación del 13 de noviembre se fijó aproximadamente con dos
años de retraso con respecto a la fecha que debía ser: en parte debido a
las grandes dificultades sufridas por la hambruna y las sequías que
afectaron a todo el Cuerno de África, en parte debido al proceso de
registro de votantes. En una población en gran parte nómada de 4
millones de personas, hay alrededor de 700,000 personas registradas para
elegir al nuevo presidente. Por otra parte, la novedad absoluta para
África, ha sido que Somaliland ha utilizado un sistema de votación
biométrica con software para el reconocimiento del iris del votante. Más
de 1.600 mesas electorales organizadas en escuelas y universidades en
todas las provincias. Para supervisar la votación se ha desplegado una
misión compuesta por 60 observadores internacionales de 24 países.
Entre los candidatos que compiten por el cargo presidencia están: Muse
Bihi Abdi, el candidato de Kulmiye, el partido del presidente en salida
(Solidarity party); Abdirahman Mohamed Abdullani ‘Irro’ de Waddani
(National party); el tercer candidato es Faysal ali Warabe de Ucid
(Justice and welfare party). La campaña electoral de los tres candidatos
presidenciales se llevó a cabo sin que se registrasen tensiones: a cada
uno de los candidatos se les asignaron días específicos para presentar
su propio programa y los tres se confrontaron en un debate público
seguido en los medios de comunicación y transmitido desde la capital de
Hargeisa.
La Comisión Electoral Nacional ha bloqueado las redes sociales desde el
cierre de la votación hasta que se formalicen los resultados. La medida
ha sido justificada con la intención de evitar la circulación de
“noticias falsas” especialmente en relación con resultados falsos.
“Nuestro deseo”, concluye monseñor Bertin - es que todo el proceso
electoral, desde la votación pasando por el recuento, hasta el resultado
final, se lleve a cabo y finalice con la máxima transparencia, para
comenzar un verdadero futuro democrático que satisfaga las necesidades
de los jóvenes”.