Quetzaltenango, GUATEMALA (Agencia Fides, 13/11/2017) – El Hogar para niños discapacitados
“Hermano Pedro”, inaugurado en 1989 en la ciudad de Quetzaltenango,
acoge a niños ciegos, sordos, con formas grave de retraso mental y otras
discapacidades.
“En la actualidad seguimos a 71 niños y niñas con diferentes problemas”,
ha explicado a la Agencia Fides el padre Juan Luis Lazzaro, misionero
franciscano que lleva 30 años en Guatemala. “No es una guardería, ni
tampoco un hospital, sino un Hogar en el cual queremos formar una
verdadera familia en la que los niños se sientan en total confianza,
tratados con cariño y puedan manifestarse con alegría espontánea,
dichosos de sentirse bien entre nosotros”, continúa el misionero.
“Cada vez son más los niños que llegan de diferentes departamentos de
Guatemala incluso en condiciones de grave desnutrición y son entregados
directamente por sus familiares, por lo general muy pobres, que no son
capaces de ocuparse de ellos. Las enfermedades que sufren estos pequeños
son todas muy graves. Algunos nos los envía el Juzgado de Menores
porque han sido abandonados por sus padres”, dice el padre Lazzaro.
“No todos alcanzan una mejoría total. En el Hogar reciben atenciones de
todo tipo como de lenguaje, educación de braile, terapia física y
ocupacional, comunicación alternativa, actividades dirigidas a la
independencia. Algunos pueden frecuentar la escuela para niños
'normales', siempre dependiendo de su situación. Todos nuestros niños y
niñas, a su ingreso, son evaluados por el médico neurólogo y otros
especialistas según el problema que presenten. Frecuentemente hay
intervenciones médicas y quirúrgicas. Para una mejor atención a los
niños contamos con unas cincuenta personas entre personal de cocina, de
limpieza, de lavandería, además de las siete Hermanas franciscanas que
velan directamente de los niños y supervisan continuamente la vida del
Hogar. Esta obra vive de la caridad”, continua el padre Lazzaro. “Por
ser todos de familias muy pobres, ningún niño paga nada. No tenemos
ninguna ayuda del gobierno como tampoco de instituciones privadas
guatemaltecas o internacionales. Algunos colegios colaboran con nosotros
con varios tipos de aportes. Las cosas de las cuales tenemos siempre
necesidad son pañales desechables para adultos y niños, ropa nueva,
sábanas, zapatos; juguetes, material didáctico, útiles escolares,
desinfectantes para pisos, cloro, jabón en polvo, jabón, detergentes,
maíz, verduras, avena, otros cereales, etc”.
Según los datos de la ENDIS 2005, el primer Estudio Nacional sobre
Discapacidad en Guatemala casi el 4% (3,74%) de las personas sufre algún
tipo de discapacidad y el 77% de estas personas tiene más de 19 años. A
pesar de que Guatemala ha ratificado la Convención de las Naciones
Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, estas tienen
pocas oportunidades de integrarse y participar en la sociedad
guatemalteca. Según ENDIS, el 52% de las familias con personas con
discapacidad son pobres, el 50.3% de las personas con discapacidades son
analfabetas, las que están en el mundo laboral son solo el 0.4% de la
población total en Guatemala. Esto significa que la mayoría de las
personas con discapacidad dependen de otras personas para su sustento y
la mayoría son mujeres. ENDIS también revela que solo el 2% de las
personas con discapacidad han participado en programas de formación.
Otro factor que demuestra la pobre integración de las personas con
discapacidad es la
dificultad de acceder a los servicios de atención médica debido a los
costos de la misma además de la falta de conocimiento de los servicios o
de su inexistencia. Con respecto a la atención especializada que
incluye otros servicios como la diagnosis, el tratamiento, la
rehabilitación, las consultas médicas e integrales, solo llegan al 25%
de las personas con discapacidad. Esto pone de relieve que ¾ del total
de esta población no tiene acceso a este tipo de servicios y no hay
diferencia entre hombres y mujeres. El 52% reciben asistencia de
servicios sanitarios del sector público (hospitales o Instituto
Guatemalteco de Seguridad Social), el 25% de un médico privado, el 25%
de entes benéficos privados.
La ciudad de Quetzaltenango forma parte de la arquidiócesis de Los Altos
Quetzaltenango-Totonicapán que de una población de 1.401.273 habitantes
cuenta con 1.121.000 católicos y 9.543 bautizados.