Zamboanga City, FILIPINAS (Agencia Fides, 07/11/2017) – “Existen muchas experiencias preciosas
en Mindanao que muestran el espíritu de diálogo y paz. Los vimos durante
el período de asedio en Zamboanga en 2013 y también en Marawi este año.
La gran reunión de jóvenes católicos que está en curso (la “Jornada
Nacional de la Juventud”, del 6 al 10 de noviembre en Zamboanga) tiene
como objetivo fortalecer este espíritu de convivencia y armonía.
Mientras tanto, invitamos a todos a reunirse y compartir historias
positivas y buenas noticias que infundan esperanza. Necesitamos una
presencia más visible en los medios para contrarrestar la mentalidad
fundamentalista y la propaganda de la muerte del estado islámico”, dice a
la Agencia Fides el p. Sebastiano D'Ambra, misionero del PIME, fundador
del movimiento Silsilah (“Cadena”) en la ciudad de Zamboanga, en la
isla de Mindao, donde vive en la “Aldea de la Armonía”, un lugar de
coexistencia pacífica entre familias cristianas
y musulmanes.
“Ya que algunos grupos usan la violencia, nuestro trabajo debe ser vivir
y difundir más y mejor el respeto y el amor por cada uno, en medio de
la diversidad de religiones. El trabajo de concienciación y el ejemplo
dado con la vida es esencial. Mientras este espíritu no sea compartido
por la mayoría, tendremos conflictos y divisiones en nuestra sociedad”,
señala el misionero.
El p. D'Ambra continúa: “Este es un momento especial para Mindanao. Por
un lado, existe el temor de que aumente el terrorismo y la propagación
de la ideología del Estado Islámico (Isis); por otro lado, las
iniciativas del diálogo cristiano-musulmán son aún más visibles entre
los líderes religiosos musulmanes que condenan el terrorismo y el uso
del Islam para justificar la violencia. Este es un desarrollo positivo
que Silsilah muestra como un signo de esperanza. Desde aquí puede
comenzar un nuevo comienzo de reconciliación”.
El misionero recuerda lo que sucedió hace ocho siglos en el momento de
las Cruzadas cuando Francisco de Asís fue a Egipto para encontrarse con
el sultán musulmán Melek Al-Kamel en Damietta. “Esa reunión todavía
puede ser paradigmática y simbólica hoy para nuestras comunidades”,
señala, citando la reciente reunión del jefe de la Universidad de
Al-Azhar, el Imam Ahamad al-Tayyeb con el Papa Francisco primero en Roma
y, después de unos meses, en Egipto.
“Aunque la guerra en Marawi ha terminado – concluye el p. D'Ambra-, la
ideología de la violencia continúa moviéndose de muchas maneras, en
particular, motivada por el miedo, el dinero, el poder y la
incomprensión. Hoy es el momento de que los líderes religiosos actúen
con más valor para llevar la misión de diálogo y de paz a todos los
sectores de la sociedad, con el mismo espíritu que animó el encuentro
entre Francisco y el Sultán. Este es el momento de decirle a nuestra
gente: somos diferentes por nuestra creencia pero respetamos la fe de
los demás. Estamos unidos por la misma humanidad, somos creados por el
mismo Dios, y somos hermanos y hermanas. Esto es lo que Silsilah
continúa compartiendo con todos desde 1984”.