miércoles, 8 de noviembre de 2017

Sínodo para la región Pan-Amazónica, un sacerdote Tuyuka: “La iglesia promueve y valora los pueblos indígenas”

Cachoeira, BRASIL (Agencia Fides, 08/11/2017) – “Uno de los objetivos del Sínodo extraordinario para la región de la Amazonía, es identificar nuevos caminos para la evangelización de los pueblos indígenas en todas las regiones de la Pan-Amazónica. Pero muchos pueblos indígenas no saben nada de este Sínodo, por razones concretas: muchas comunidades están distantes de los centros urbanos, por lo que no tienen acceso a la información. Esta es una cuestión que preocupa. Con este Sínodo la Iglesia asume un papel importante, a nivel religioso, político, ético y moral en la defensa de la biodiversidad, de los biomas, de bosques, montañas, lagos, de los seres vivos y de las diversidades de pueblos”: así lo dice en una entrevista con la Agencia Fides el padre Justino Sarmento Rezende, perteneciente a la etnia Tuyuka, nacido en Pari-Cachoeira, en la frontera entre Brasil y Colombia, en la región del alto río Negro. El padre Justino es el primer salesiano indígena ordenado sacerdote hace 23 años. Además de ser un personaje conocido y querido entre las comunidades del Río Negro gracias a su trabajo en diferentes lugares y a su labor en pro de la educación indígena, de la que es uno de los mayores especialistas del país. Con el fin de saber que piensan al respecto los primeros interesados, es decir, los pueblos indígenas, la Agencia Fides ha entrevistado al padre Sarmento.

¿Cuales deberían ser en su opinión los objetivos del Sínodo de los Obispos?
Uno de los objetivos es identificar nuevos caminos para la evangelización de los pueblos indígenas. En todas las regiones de la Pan-Amazónica ya existen muchas experiencias buenas, innovadoras y exitosas. Pero, son experiencias locales, de grupos pequeños y no poseen alcance a nivel regional, nacional o global. En las diócesis, aunque tienen éxito, no se convierten en un parámetro para todas las comunidades.

Los indígenas somos ricos en diversidades culturales y lingüísticas. Creo que aquellos que van a estar directamente involucrados en la preparación del Sínodo deben valorar esas experiencias que están dando buenos resultados, porque pueden aportar una buena contribución a los estudios sinodales.

¿Los Pueblos Indígenas saben de la realización de este Sínodo?
Esta es una cuestión que preocupa. Creo que muchos pueblos indígenas no saben nada de este Sínodo, por razones concretas: muchas comunidades están distantes de los centros urbanos, por lo que no tienen acceso a la información.

Los sacerdotes y misioneros que lo saben deben convertirse en los informadores de la novedad de la convocatoria del Sínodo. Deben involucrar a las comunidades para que participen intensamente. Es importante que los líderes indígenas, ministros extraordinarios de la eucaristía, de la palabra; profesores, religiosos, religiosas y sacerdotes indígenas participen y fomenten eventos en los que se estudie, se discuta y se propongan temas que deberían ser tenidos en cuenta en el Sínodo.

No se cuántos sacerdotes indígenas somos en la región Pan-Amazónica, pero espero que los obispos de diócesis que tienen pueblos indígenas sean los interlocutores principales.

¿Qué representa para usted esta decisión del Papa?
Para mí significa que la Iglesia asume un papel importante, a nivel religioso, político, ético y moral en la defensa de la biodiversidad, de los biomas, de bosques, montañas, lagos, de los seres vivos y de las diversidades de pueblos. Los pueblos indígenas junto con el resto del planeta necesitan la continuidad de la vida de estas realidades para vivir. Si no defendemos esa naturaleza, esta se rebelará violentamente contra los seres humanos. Para nosotros que somos indígenas, nuestras vidas humanas poseen estrechas relaciones con los seres vivos y la naturaleza. Somos modelos de personas que defendemos esas vidas, las respetamos, sin destruirlas, usando sólo lo que es necesario de modo equilibrado. Cuando la ambición las destruye, las consecuencias negativas alcanzan a todas las personas. Por eso, creo que el Sínodo provocará debates importantes en diversos países de la región pan-amazónica.

¿Qué temas no deberían quedar fuera del debate Sinodal?
Un tema importantes es estudiar, profundizar y crear instrumentos para que las celebraciones en lenguas indígenas sean reconocidas y oficializadas. Donde ya existen, habría que motivar para que aquellos que trabajan con los pueblos indígenas pongan en práctica las orientaciones del Sínodo. Esto implica el aprendizaje de las lenguas y conocer mejor las culturas locales.
No puede faltar el tema de los ministros ordenados, el diaconado y sacerdocio de los casados, hay diferentes opiniones al respecto entre los indígenas y los obispos, pero creo que es importante que se afronte el argumento.

¿Qué es lo que usted espera de este evento?
Espero que sea un momento nuevo para la Iglesia presente en la región amazónica. Cuando digo Iglesia me refiero a todos los bautizados, indígenas y no indígenas, religiosos y religiosas de diversas congregaciones, diáconos, sacerdotes y obispos, catequistas, ministros extraordinarios, líderes y animadores de las comunidades.

Espero que ayude a comprender el mundo amazónico, los pueblos de la Amazonía; que este Sínodo contribuya a crear un nuevo modo de ver el mundo e influya en las políticas públicas de la región pan-amazónica. Yo estoy trabajando para que sea un momento especial para nosotros los pueblos indígenas.