Erbil, IRAK (Agencia
Fides, 23/08/2014) - Las Iglesias presentes en Iraq se coordinan para
hacer frente a las emergencias, también a medio-largo plazo,
experimentadas por la multitud de iraquíes que participan al éxodo
masivo desde Mosul y las áreas que han caido bajo el control de las
milicias yihadistas del Estado Islámico (IS). Con este fin, se ha
celebrado una reunión de trabajo el día 22 de agosto en la sede del
Patriarcado caldeo situado en Ankawa – barrio predominantemente
cristiano de Erbil – a la que han asistido los líderes de las tres
Iglesias de Oriente que se han reunido con los líderes locales de
las siglas políticas cristianas y diversas organizaciones de la
sociedad civil para comenzar a desarrollar un plan coordinado para
afrontar los problemas de los refugiados en vista del comienzo del
año escolar y del acercarse a las estaciones más frías. La reunión
contó con la presencia del patriarca caldeo Louis Raphael I, el
Patriarca siro-católico Ignatius Joseph III y el Patriarca siro
ortodoxo Ignatius Aphrem II, junto con unos 40 miembros de los
partidos políticos y las organizaciones que operan en el Kurdistán
iraquí. Entre otras cosas, se acordó la creación de comités para
llevar a cabo reuniones periódicas de planificación y coordinación,
y se insistió en la necesidad urgente de dar a las familias
desplazadas complejos residenciales decentes o viviendas
pre-fabricadas para hacer frente a la llegada del otoño y del
invierno. “La realidad” dice a la Agencia Fides Saad Sirop Hanna,
Obispo Auxiliar de Babilonia de los Caldeos - es que el número de
refugiados es muy alto, y hasta ahora no se ve la posibilidad de que
regresen a sus hogares. Los pocos pueblos liberados todavía no son
seguros. Aquellos que han viajado para hacer inspecciones del estado
de sus hogares han visto caer al lado de ellos misiles lanzados por
los yihadistas. Y desde el gobierno central hasta el momento no ha
llegado todavía ninguna iniciativa orgánica para hacer frent e a la
difícil situación de los refugiados. El nuevo equipo de gobierno
aún no se ha formado, pero las emergencias de los que han perdido
todo al escapar y salvar su propia vida, no puede esperar los tiempos
de la política”.
Mientras tanto, en
ausencia de un plan de apoyo de las instituciones centrales, los
refugiados cristianos tratan de encontrar soluciones de forma
autónoma con el fin de evitar el congestionamiento de las
estructuras de receptivas que operan en el Kurdistán, puestas a
prueba por la emergencia humanitaria: “Muchas familias cristianas
han huido de Mosul y la llanura de Nínive”, dice a la Agencia
Fides Su Exc. Mons. Saad Sirop Hanna, “en los últimos días han
llegado a Bagdad, donde tienen familiares y amigos que tienen lugar
para alojarlos”.