lunes, 11 de agosto de 2014

Videomensaje Papal a los coreanos en ocasión de su próximo Viaje Apostólico a la República de Corea


CIUDAD DEL VATICANO (http://catolicidad.blogspot.com – Agosto 11 de 2014). Videomensaje del Papa FRANCISCO a los coreanos en ocasión de su próximo Viaje Apostólico a la República de Corea para la 6a. Jornada de la Juventud Asiática trasmitido por la KBS:


¡Queridos hermanos y hermanas!

En pocos días, con la ayuda de Dios, estaré entre ustedes, en Corea. Les agradezco de antemano por vuestra acogida y los invito a rezar junto conmigo, para que este viaje apostólico dé buenos frutos para la Iglesia y para la sociedad coreana.

«Levántate, resplandece!" (Is 60,1)»: con estas palabras, que el profeta dirige a Jerusalén, yo me dirijo a ustedes. Es el Señor quien les invita a acoger su luz, acogerla en el corazón para reflejarla en una vida llena de fe, de esperanza y de amor, llena de la alegría del Evangelio.

Como saben, vengo en ocasión de la Sexta Jornada Asiática de la Juventud. A los jóvenes en particular les llevaré la llamada del Señor: «Juventud de Asia, álcense! La gloria de los mártires brilla sobre de tí». La luz de Cristo resucitado brilla como un espejo en el testimonio de Paul Yun Ji-chung y de 123 compañeros, todos mártires de la fe, que proclamaré beatos el próximo 16 de agosto en Seúl.

Los jóvenes son portadores de esperanza y energía para el futuro; pero también son las víctimas de la crisis moral y espiritual de nuestro tiempo. Por esto deseo anunciar a ellos y a todos el único nombre por el cual podemos ser salvados: Jesús, el Señor.

Queridos hermanos y hermanas coreanos, la fe en Cristo ha tendido profundas raíces en vuestra tierra y ha dejado frutos abundantes. Los ancianos son los custodios de esta herencia: sin ellos los jóvenes se verían privados de la memoria. El encuentro entre los ancianos y los jóvenes es garantía del camino del pueblo. Y la Iglesia es una gran familia en la cual todos somos hermanos en Cristo. En su nombre vengo a vosotros, en la alegría de compartir con vosotros el Evangelio del amor y de la esperanza.

El Señor los bendiga y la Virgen Madre los proteja.


(Traducción del original italiano por http://catolicidad.blogspot.com)