Yangon, MYANMAR (Agencia Fides, 15/10/2016) – “La libertad de creer y seguir la propia
conciencia en la determinación de la fe es un principio sagrado que hoy
en Asia es violado, no sólo en las sociedades teocráticas, sino también
en los países democráticos donde hay persecuciones contra las minorías”:
lo ha dicho el Cardenal Charles Maung Bo. Arzobispo de Yangon, en su
intervención en la ciudad birmana de durante la presentación del libro
“On the brink” del Jesuita Micheal Kelly, dedicado a la realidad de las
minorías religiosas en los países asiáticos.
En una nota enviada a la Agencia Fides por el Cardenal, el Purpurado
explica: “Asia es madre de grandes religiones: hinduismo, budismo,
jansenismo, cristianismo, islam, judaísmo. Pero ahora la intolerancia
religiosa, veneno para la sociedad, se abre camino en muchas naciones
como Bangladesh, Sri Lanka, China, India, Indonesia, Filipinas, Vietnam”
y otras.
“En Myanmar – continua el Purpurado – algunos monjes reunidos en los
grupos ‘969’ y ‘Ma Ba Tha’, con una parodia de la enseñanza budista, han
puesto en la mirilla en especial a los musulmanes. Estos dos
movimientos se encuentran suspendidos, pero en el país todavía hay
extremistas que promueven el odio religioso. Ellos han logrado que se
promulguen cuatro leyes contra las minorías que penalizan el amor y la
libertad de elegir una religión. Afortunadamente, el nuevo gobierno ha
manejado la situación con sabiduría, silenciando a los extremistas”.
El Cardenal observa que la iglesia en Myanmar “promueve activamente la
paz, actividad de diálogo interreligioso y plena colaboración en la
misión social”, recordando que, como afirma la Dignitatis humanae, “la
persona tiene derecho a la libertas religiosa”, que incluye el derecho
de culto, de práctica, de expresión y de enseñanza. “La libertas
religiosa – concluye el Card. Bo – crea la condición para la democracia,
para la paz, para el desarrollo y para el respeto de los derechos
humanos”.