Johannesburgo, SUDÁFRICA (Agencia Fides, 12/10/2016) - “Lo que los estudiantes quieren es una
mayor igualdad en el acceso a la universidad. Apoyamos esta solicitud.
Pero no toleramos la violencia, el saqueo y la destrucción de la
propiedad por parte de los estudiantes y el uso de la fuerza por parte
de la policía y del ejército”, afirma una declaración firmada en nombre
de la Southern African Catholic Bishop’s Conference (SACBC), por Su Exc.
Mons. William Slattery, Arzobispo de Pretoria, tras los episodios del
10 de octubre entre la policía y los estudiantes que protestaban por los
precios altos de las tasas universitarias.
En los incidentes en la universidad de Braamfontein ha sido herido un
sacerdote jesuita, el p. Graham Pugin. “El p. Graham ha recibido un
disparo en la cara con una bala de goma mientras ofrecía refugio a
algunos estudiantes asustados” refiere Mons. Slattery.
El hecho se ha producido en la iglesia de la Santísima Trinidad en
Braamfontein, según un comunicado recibido en la Agencia Fides enviado
por el p. David Rowan, Superior de los Jesuitas en Sudáfrica. “El p.
Graham ha sido uno de los facilitadores del diálogo, junto con otros
sacerdotes y ex líderes estudiantiles, para alcanzar un acuerdo entre
estudiantes, management y otras autoridades en la Universidad de
Witwatersrand. La iglesia de la Santísima Trinidad de Braamfontein ha
servido como espacio sagrado y seguro para las negociaciones y esperamos
que continúe a serlo” afirma el p. Rowan.
El balance de los enfrentamientos es de 20 heridos y 15 detenidos.
“Creemos que en esta fase es poco lo que las autoridades de la
universidad pueden hacer. De hecho se han mostrado en general,
comprensivas hacia las peticiones de los estudiantes” afirma Mons.
Slattery. “Sin embargo, las soluciones requeridas por los estudiantes,
al momento superan la capacidad financiera y de organización de las
autoridades universitarias. Pero por otra parte, debe permanecer en
nuestra agenda como una prioridad para el futuro”, dice el arzobispo de
Pretoria.
“Le corresponde al gobierno asegurarse de que el curso académico se
complete en paz. El gobierno y los estudiantes ahora tienen que limar
sus dificultades. Se debe tener en cuenta la adopción de un compromiso,
porque no se pueden encontrar instantáneamente los enormes fondos
necesarios para garantizar una educación universitaria gratuita”,
concluye Mons. Slattery.