Bogotá, COLOMBIA (Agencia Fides, 15/10/2016) – “Los Obispos católicos de Colombia, con
nuestras comunidades eclesiales, reafirmamos el compromiso con la tarea
de la reconciliación y con la construcción de una auténtica paz. La
Iglesia católica, al margen de cualquier vinculación partidista, sigue
firme en su invitación a que todos trabajemos desinteresadamente por el
bien común”: asó lo escriben los obispos de Colombia en un mensaje
publicado al finalizar su reunión extraordinaria, el 13 y 14 de octubre, recibido en la Agencia Fides.
“Nos hemos reunido en ambiente de oración y de diálogo fraterno, para
analizar el momento que vive nuestra patria, para discernir lo que Dios
quiere de nosotros y para establecer los caminos pastorales que debemos
recorrer” está escrito en el mensaje firmado por el Presidente de la
Conferencia Episcopal Colombiana, Su Exc. Mons. Luis Augusto Castro
Quiroga, Arzobispo de Tunja.
Con la certeza de que “es Dios quien dirige la historia y está siempre
presente en medio de su pueblo”, el texto reitera que la iglesia
católica nunca dejará “de anunciar la paz y de trabajar por ella; ésta
es un derecho, un deber y una necesidad de todos”. Además se comparte
con todos los colombianos el anhelo de que pronto se llegue a “un
acuerdo definitivo”con las FARC: “Percibimos en las expresiones de
tantas personas, especialmente de niños y jóvenes, el profundo anhelo de
un futuro de paz”.
En nombre del pueblo colombiano, los obispos piden al gobierno y a las
FARC que mantengan indefinidamente el cese el fuego, y sienten la
urgencia de que se realice “un proyecto nacional fruto de la
participación de todos”. Por ello hacen un llamamiento al Presidente de
la República y a las instituciones, para que acojan las contribuciones
que están surgiendo desde varios sectores de la sociedad, concentrándose
en varios aspectos que preocupan a la nación: unidad de los
colombianos, defensa de la vida y de la familia, educación,
participación política, solidez de la democracia y de las instituciones,
víctimas de la violencia, narcotráfico, corrupción, crisis de la
sanidad, crisis de la justicia, igualdad social, ideología de género.
“Es imposible configurar un proyecto común para el país sin determinar y
afrontar las causas de los males que hoy nos aquejan” concluye el
texto, reiterando que “este es un momento de responsabilidad y de
esperanza”.