Ankara, TURQUÍA (Agencia Fides, 06/10/2016) – La persistente campaña realizada por los
organismos turcos contra la red encabezada por Fetullah Gülen (el
predicador turco islámico expatriado en los Estados Unidos,
anteriormente aliado del presidente Recep Tayyip Erdogan pero ahora
acusado por Turquía de ser el arquitecto del llamado “estado paralelo” y
el instigador del fallido golpe de estado del 15 de julio) ha metido en
medio incluso al Concilio Vaticano II y la apertura al diálogo con las
comunidades y tradiciones religiosas que la Iglesia católica consagró en
esa cumbre conciliar.
La Presidencia de los Asuntos religiosos de Turquía, institución
vinculada a la oficina del Primer Ministro, ha predispuesto un dossier
sobre las actividades de Gulen y de su movimiento Hizmet, en el que se
afirma que la conocida como FETO (sigla turca de “Organización
terrorista tethillahnista”, con la que los organismos turcos
filo-gubernamentales indican la red de Gulen) ha instrumentalizado el
diálogo interreligioso con las iglesias y comunidades cristianas, para
poner en marcha lo que describen como tramas siniestras de poder. “Con
el proyecto de diálogo interreligioso basado en las medidas adoptadas
por el Concilio Vaticano II”, se lee entre otras cosas en el expediente
“Gülen, organizando eventos nacionales e internacionales, por un lado ha
tejido sus lazos con la cultura cristiana, y por el otro ha permitido a
la organización el ganar crédito en Occidente. De este modo, ha podido
establecer su base en Pennsylvania, y muchos países occidentales han
abierto
sus puertas a la Organización”.
El expediente, continúa hablando siguiendo la línea de las campañas
desatadas desde hace tiempo por la prensa turca pro-gobierno contra
Fethullah Gülen, al que tratan desde hace tiempo, junto a su movimiento
Hizmet, de calificar como “caballos de Troya del Vaticano”, construyendo
acusaciones inconsistentes de estilo conspiratorio.
A principios de agosto, el periodista Mine
Kirikkanat, en el periódico Cumhuriyet, se dejó llevar hasta el punto
de insinuar que Fethullah Gulen (al que el periodista imagina en el
papel de "Imam fiel a la iglesia") podría ser el cardenal creado “in
pectore” por el mismo Juan Pablo II fallecido el 2 de abril de 2005, y
que nunca habría llegado a hacer público. La novedad el dossier está en
el hecho de que está conexión entre las tramas subversivas atribuidas a
Gulen y las iniciativas de diálogo interreligioso sea afirmada por un
organismo institucional.
La Presidencia para los Asuntos Religiosos (Diyanet İşleri Başkanlığı)
es una institución que depende de la oficina del Primer Ministro,
instituida por el artículo 136 de la Constitución de la República turca,
en 1924.
El Diyanet – como es llamado comúnmente - se ocupa sólo de Islam sunita y
no de las minorías religiosas presentes en Turquía: asigna los imanes a
las mezquitas y redacta los sermones del viernes. Durante los últimos
quince años, el Diyanet ha crecido hasta alcanzar dimensiones
impresionantes. Desde 2003 al 2013 el budget y el personal se han
duplicado y su campo de acción se ha extendido, prestando su propria
colaboración a las actividades y a la programación de varios
ministerios.