Santa Cruz de la Sierra, BOLIVIA (Agencia Fides, 09/11/2017) – Más de mil niños en las
afueras de Santa Cruz de la Sierra son niños de la calle, y muchos otros
corren el riesgo de acabar igual en un vecindario donde la violencia es
un hecho cotidiano.
Para hacer frente a este fenómeno, el padre Cervantes Gabarrón,
misionero diocesano en la parroquia de Cristo Misionero de la
Archidiócesis de Santa Cruz de la Sierra, participa desde hace más de 10
años en el proyecto Oikía, un centro creado por la Asociación Ayuda a
los Niños de Bolivia, para ayudar a los niños marginados y abandonados
que viven en las calles del municipio boliviana.
Oikía, que significa hogar, es precisamente una casa de acogida y un
instituto educativo inspirado en la dignidad de la persona, el respeto
por el amor a la vida, la libertad del ser humano, la justicia social y
la solidaridad con los más pobres.
“La misión de Oikía es proporcionar a los niños y adolescentes de la
calle una propuesta educativa alternativa con una orientación humanista y
católica para despertar en ellos el deseo de un cambio de vida que les
haga cambiar de camino y tratar de construirse una vida digna”, se lee
en una nota del p. Cervantes recibida en la Agencia Fides.
Oikía tiene tres centros (nocturno, diurno y taller de carpintería). En
el primero, los pequeños son huéspedes, cenan, duermen y desayunan. El
centro de día es un centro cultural, así como un espacio escolar donde
los niños aprenden a leer y escribir y donde también pueden completar
sus estudios de primaria. El taller de carpintería ofrece formación
profesional y los niños aprenden a construir juegos educativos que luego
se venden para autofinanciarse. El objetivo general de Oikía es ofrecer
refugio y seguridad durante un tiempo limitado a niños y jóvenes de la
calle y fomentar su autoestima personal.
“Ayúdalos a creer en el amor de Dios, que quiere su felicidad y su
libertad de las muchas amenazas de la calle. Proporcionar apoyo
psicológico en los casos que lo requieran. Organizar el tiempo,
planificar actividades educativas que promuevan el desarrollo de niños,
niñas y adolescentes. Hacer que cada niño que llega reconozca en Oikía
un lugar acogedor donde el clima familiar es real y se basa en sólidos
pilares de valores como el amor, la comprensión, el respeto, la
confianza y la alegría”, agrega el misionero
Desde mediados de los años noventa, Santa Cruz de la Sierra es la ciudad
más poblada de Bolivia. Con una población de 2,542,916 habitantes, la
archidiócesis del mismo nombre cuenta con 2,004,679 católicos, 89
parroquias y 21,586 bautizados