San Salvador, EL SALVADOR (Agencia Fides, 15/11/2017) - “Que la muerte de los mártires jesuitas y
de las colaboradoras laicas nos impulse a trabajar incansablemente para
cambiar el rumbo de la historia y del país”, así lo ha declarado el p.
Andreu Olivo, rector de la Universidad Centroamericana “José Simeón
Cañas” (UCA), con motivo de la conmemoración por los 28 años del
asesinato de seis sacerdotes jesuitas y dos mujeres laicas colaboradoras
a manos del Ejército Salvadoreño, ocurrido en la madrugada del 16 de
noviembre de 1989. El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos
Humanos Zeid Ra’ad Al Hussein, que viajará a El Salvador para discutir
con las autoridades y organizaciones humanitarias sobre los avances y
retos a los que se enfrenta el país, también participará en la
conmemoración.
Según la información recibida en la Agencia Fides, el rector de la UCA,
Andreu Olivo, con motivo de la conmemoración ha declarado: “Vivimos en
un mundo cada vez más difícil y más duro, especialmente para los pobres,
un mundo que parece que ha endurecido el corazón de muchas personas,
especialmente de aquellos que tienen el liderazgo de muchos de los
países. Necesitamos mucha fuerza, valor y unidad para continuar con este
trabajo”.
Asimismo, explicando que se viven tiempos difíciles a nivel social,
económico y político, y que por tanto hay muchos motivos entre la
población para caer en la desesperanza, se deben sacar fuerzas de estos
testimonios para trabajar incansablemente en cambiar el rumbo de la
historia y del país. De hecho, para el p.Olivo la muerte de los mártires
jesuitas y sus dos colaboradoras, significó un impacto para su vida,
pues ocurrió cuando él aún era novicio, y le hizo tomar la decisión de
dedicarse por completo a las labores de acompañamiento de los más
desprotegidos.
“Tenemos que trabajar por defender la vida, - ha continuado diciendo el
p.Olivo-, por resolver los graves problemas humana y cristianamente que
tiene nuestra sociedad, como es la violencia, la exclusión, de las
migraciones, de las desigualdades injustas, de la falta de empleo y de
los valores, si seguimos trabajando por todo ello, recogeremos el
testigo de nuestros mártires y dejaremos que ellos iluminen nuestras
vidas, trabajo y luchas”, ha afirmado el jesuita, haciendo un
llamamiento a asumir el legado de los mártires, dejando que su
testimonio de fruto abundante.
El 16 de noviembre de 1989 fueron asesinados, 6 jesuitas y dos mujeres:
los padres Ignacio Ellacuría (Rector), Segundo Montes (Superior de la
comunidad), Ignacio Martín-Baró (Vicerector), Amando López (Profesor),
Juan Ramon Moreno (Profesor) y Joaquin Lopez (Director nacional de “Fe y
Alegria”). Las dos mujeres asesinadas eran la cocinera Julia Elba y su
hija Celina Ramos.
Los seis jesuitas se dedicaron a la formación y la educación,
especialmente por los más pobres, en la defensa de los más débiles, en
la reivindicación de los derechos humanos, en la acogida de los
refugiados.
La masacre causó una ola de indignación en todo el mundo y aumentó las
presiones de la comunidad internacional para que el gobierno y la
guerrilla iniciaran un diálogo y poner fin al conflicto armado en el
país. En la actualidad el crimen sigue impune, los 20 militares
salvadoreños involucrados, no han sido juzgados en El Salvador, algunos
incluso han fallecido, y otros se enfrentan a un proceso en España.