Dicha suma, que se repartirá en colaboración con la Nunciatura Apostólica, a través de la Iglesia local en las diócesis más probadas por la calamidad se empleará en obras de asistencia en favor de los afectados por el alud, y quiere ser una primera e inmediata expresión concreta de los sentimientos de cercanía espiritual y aliento paterno del Sumo Pontífice con las personas y los territorios afectados.
Esa aportación se inserta en la red de ayudas que se ha activado inmediatamente en toda la Iglesia católica y que ha involucrado a diversas conferencias episcopales y numerosos organismos de caridad. Caritas Haití, en conexión con Caritas Internationalis, ha lanzado inmediatamente un llamamiento de emergencia para ayudar a 2,700 familias (13,500 personas) para la compra y distribución de 2,700 kits alimentarios, 2,700 botiquines y la activación de programas para aconsejar y sensibilizar a la población sobre la prevención de enfermedades infecciosas.