Washington, ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA (Agencia Fides, 18/10/2016) – La Conferencia Episcopal de Estados Unidos
(USCCB) se reunirá del 14 al 16 de noviembre en Baltimore para la
Asamblea General de otoño. Durante los trabajos, el arzobispo de
Louisville, Su Exc. Mons. Joseph E. Kurtz, pronunciará su último
discurso como presidente de la USCCB al final de su mandato de tres
años, y los Obispos elegirán al nuevo presidente, al vicepresidente y a
los presidentes de cinco Comisiones (asuntos canónicos y de gobierno,
asuntos ecuménicos e interreligiosos, evangelización y catequesis,
justicia internacional y paz, la protección de los niños y jóvenes).
Los Obispos discutirán y deliberarán sobre el Plan estratégico 2017-2020
de la Conferencia, teniendo en cuenta las cinco prioridades aprobadas
en noviembre del año pasado. Las prioridades son: “Evangelización”:
abrir de par en par las puertas a Cristo a través del discipulado
misionero y del encuentro personal. “La familia y el matrimonio”:
estimular y curar a las familias, alentando a los católicos a abrazar el
sacramento del matrimonio. “La vida humana y la dignidad”: sostener
que la vida humana es sagrada desde la concepción hasta la muerte
natural, con una atención especial hacia los pobres y vulnerables. “Las
vocaciones y la formación permanente”: fomentar las vocaciones al
sacerdocio y a la vida consagrada, cuidar la formación permanente de los
sacerdotes, religiosos y ministros laicos. “La libertad religiosa”:
promover y defender la libertad de servicio, de testimonio y de culto,
en los Estados Unidos y en el extranjero.
Se presentarán también varios informes, incluyendo una actualización de
la Task Force de la USCCB para promover la paz en las comunidades. Los
sucesos violentos que se han producido en varias ciudades de Estados
Unidos han provocado fuertes reacciones en los sectores intelectuales,
políticos y religiosos. De hecho, no se trata sólo de violencia como
reacción a los abusos de poder de la policía, sino también de violencia
gratuita, perpetrada por grupos de personas, incluso muy jóvenes. El
fenómeno hace necesaria la reflexión sobre la realidad social, política y
religiosa, y los obispos católicos son conscientes de la necesidad de
los fieles de recibir una palabra de orientación para asegurar la paz
social en sus ciudades.