Estambul, TURQUÍA (Agencia Fides, 01/07/2020) - La posible conversión del complejo monumental
de Ayasofya en Estambul en una mezquita “empujará a millones de
cristianos de todo el mundo contra el islam”. Esta es la alarma
dramática lanzada por Bartolomé I Patriarca Ecuménico de Constantinopla,
ante el inminente pronunciamiento del Consejo de Estado turco, que en
una sesión programada para el jueves 2 de julio considerará abrir
nuevamente al culto islámico Ayasofya, revirtiendo la decisión con la
que en 1934 el gobierno turco había convertido en un simple museo la
antigua basílica bizantina transformada en mezquita después de la
conquista otomana de Constantinopla (1453). Estas palabras de gran
impacto han sido pronunciadas en la homilía del "Primus inter pares" de
la ortodoxia durante la liturgia divina celebrada el martes 30 de junio
en la iglesia ortodoxa dedicada a los Santos Apóstoles, en el distrito
de Feriköy, en Estambul. Ayasofya, en virtud de su carácter
sagrado – ha remarcado el Patriarca -, es un centro de vida “en el que
Oriente y Occidente se abrazan”, y su eventual conversión en lugar de
culto islámico “causará una ruptura entre estos dos mundos. En el siglo
XXI – ha continuado el Patriarca -, es absurdo y dañino que Hagia
Sophia, de lugar que ahora permite que los dos pueblos se encuentren y
admiren su grandeza pueda volver a ser motivo de confrontación y
división”. En su homilía, Bartolomé ha repetido con gran énfasis que
Ayasofya “pertenece no solo a quienes lo poseen en este momento, sino a
toda la humanidad”, y “el pueblo turco tiene una gran responsabilidad y
el honor de hacer brillar la universalidad de este maravilloso
monumento”, dado que “Ayasofya como museo es el lugar simbólico de
encuentro, diálogo, solidaridad y entendimiento mutuo entre el
cristianismo y el islam”.
A principios de junio, como informó la Agencia Fides los medios de comunicación turcos han informado de algunos
rumores según los cuales el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha
dado instrucciones para comenzar el proceso legal destinado a cambiar el
estado del complejo monumental Ayasofya, para celebrar nuevamente los
rituales religiosos islámicos en ese lugar sin cerrarlo al flujo de
visitas turísticas.
La decisión del Consejo de Estado, que se espera que tenga lugar el
jueves 2 de julio, representará una respuesta institucional de fuerte
impacto, que permitirá evaluar la posibilidad de conseguir que funcione
la presión ejercida por algunos sectores de la leadership política
turca.