Maumere, INDONESIA (Agencia Fides, 30/09/2016) – “El 14 de julio del 2016 ha marcado un momento
histórico para la Misión de los camilos de Indonesia: la apertura
oficial del noviciado en Maumere, la isla de Flores, con los dos
primeros novicios”. Lo explica a la Agencia Fides el p. Luigi Galvani,
MI, misionero en la isla desde hace muchos años. “La presencia de los
religiosos Camilos en Maumere, en la isla de Flores, acaba de cumplir
siete años. El lema adoptado por el pequeño grupo de pioneros, fueron
las palabras del Evangelio: 'Todo es posible a quién cree'. De ahí nacen
la fuerza, el coraje y la determinación para superar las diversas
dificultades, tanto jurídicas, logísticas y sobre todo económicas”, dice
el misionero.
“Los objetivos principales de la nueva Delegación eran la promoción de
las vocaciones y la formación de los jóvenes a la vida religiosa y
misionera. Nada más llegar a Indonesia, alquilaron una modesta casita en
las afueras de Maumere donde fundaron su primera demora. Sólo dos años
después, gracias a la solidaridad de los generosos benefactores, nació
el St. Camillus Formation Center, una estructura capaz de albergar a
unos cincuenta jóvenes. El nuevo centro está situado en las proximidades
de la Facultad de Filosofía y Teología de los misioneros Verbitas que
cuenta con un millar de estudiantes”.
“La isla de Flores, es la más católica de las 17.000 islas de Indonesia,
y es un terreno fértil para las vocaciones. Los Camilos, después de la
apertura del centro de formación de Maumere, han abierto recientemente
un segundo centro en Ruteng, una pequeña ciudad en el norte de la isla,
para acoger y preparar a otros jóvenes con un programa específico para
las otras etapas de la formación: filosofía, noviciado y teología. Actualmente, la delegación de Indonesia está
compuesta por cinco sacerdotes (4 indonesios y un italiano), un profeso
temporal, dos novicios, cuatro pre-novicios, treinta estudiantes de
filosofía y una veintena de jóvenes del curso de orientación. Los
Camilos también se dedican a actividades pastorales y sociales, tales
como: la capellanía del hospital de la ciudad, la dirección del programa
sobre la malaria en la diócesis de Maumere, la visita semanal a los
enfermos y discapacitados en las parroquias, además de
dirigir
un centro de nutrición para cientos de niños necesitados”.
“La Delegación, mira hacia el futuro con otros pequeños sueños por
realizar” continúa el padre Galvani. “Entre estos, ya está en fase de
construcción un centro social y de formación para los jóvenes en las
afueras de Maumere, que podrá dar hospitalidad a un centenar de
estudiantes de las zonas remotas de la isla. El centro también contará
con un ambulatorio y ofrecerá a los estudiantes cursos de informática,
inglés y formación” concluye el padre Luigi.