Jerusalén, TIERRA SANTA (Agencia Fides, 25/07/2017) – El Gobierno de Israel ha ordenado la
retirada del detector de metales instalado para controlar la entrada de
multitudes de musulmanes a la Explanada de las Mezquitas, en Jerusalén.
Pero todavía es pronto para saber si esta medida tendrá efectos en la
espiral de tensión y violencia que se ha desatado alrededor del sitio de
la Ciudad Santa donde están la mezquita de Al Aqsa y la Cúpula de la
Roca.
“En Jerusalén” refiere a la Agencia Fides el padre David Neuhaus SJ,
vicario patriarcal para las comunidades católicas de lengua hebrea del
Patriarcado Latino de Jerusalén, “se percibe gran amargura, ira,
frustración, que se hace aún más pesada por el hecho de que se repite
siempre la misma situación, la misma cadena de acciones y reacciones: lo
que ya ha sucedido muchas veces, ahora vuelve a repetirse de la misma
manera. No hace falta ser profeta para saber de antemano que al tocar
las cosas sagradas, las cosas religiosas, se desencadenan consecuencias
impredecibles”.
El lunes 24 julio – refieren los medios de comunicación jurdanos, - el
Rey Abdallah II de Jordania, en una conversación telefónica con el
primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, solicitó la anulación de
todas las nuevas medidas de seguridad - incluido el detector de metales -
dispuestas por el gobierno de Israel para controlar y limitar los
accesos a la Explanada de las Mezquitas, después del ataque armado
ocurrido en ese lugar el pasado 14 de julio, en el que tres terroristas
suicidas - todos asesinados – provocaron la muerte de dos soldados
israelíes.
“Hay que tener esperanza en el papel que puede jugar el Rey Abdallah II
de Jordania, que es una persona capaz de moderación, y sobre la cuestión
puede ejercer una función de autoridad, ya que la monarquía hachemita
es tradicionalmente responsable de la protección de los lugares sagrados
musulmanes en Jerusalén” refiere a la Agencia Fides el p. Neuhaus. “Por
lo demás”, agrega el sacerdote jesuita, “estamos llamados a ser
testigos de la resurrección en esta situación, orando y confiando en el
Señor”.