El Cairo, EGIPTO (Agencia Fides, 26/07/2017) – La Iglesia copta-ortodoxa se está preparando
para lanzar entre los fieles una intensa campaña contra la práctica de
la infibulación y la mutilación genital femenina, que sigue estando muy
generalizada entre los cristianos coptos en diversas zonas del Alto
Egipto. Ha sido el Patriarca Tawadros II quién ha solicitado que se
sensibilice a toda la comunidad copta también sobre los peligros y las
graves consecuencias físicas y psicológicas de esta práctica – refieren
los medios de comunicación que siguen de cerca los acontecimientos
eclesiales en Egipto. La campaña utilizará diversos instrumentos de
sensibilización, como carteles de advertencia contra la infibulación
femenina que serán colocados en las proximidades de las iglesias locales
en las que se administra el bautismo. Pero el patriarca y los obispos
coptos cuentan sobre todo con hacer crecer entre los fieles la
conciencia crítica de estas prácticas a través de los cursos d
e
preparación al matrimonio y algunas reuniones de sensibilización
dirigidas a las parejas casadas.
Los orígenes históricos de la práctica de la infibulación están
vinculados a las prácticas comunes del antiguo Egipto. Por eso, su
nombre árabe corresponde al de “infibulación faraónica” (Khitan a
fira'uni). La infibulación femenina y la circuncisión femenina no se
mencionan en el Corán y el Islam, como tal, no requiere ninguna
mutilación genital femenina. La práctica de la infibulación, aunque está
prohibida por la Iglesia copta, sobrevive en las comunidades cristianas
del Alto Egipto y del Cuerno de África, Eritrea y Etiopía (pero también
en Níger) como un legado de costumbres tribales anteriores al comienzo
de la predicación apostólica.